La maldición que persigue a Alcaraz
El número uno del mundo vuelve a tropezar en la Laver Cup tras su último Grand Slam y alimenta la curiosa estadística que le persigue

Carlos Alcaraz ha vuelto a protagonizar un tropiezo que se ha convertido en una tradición tras sus victorias en Grand Slam. Este sábado en la Laver Cup 2025, el murciano cayó con claridad ante Taylor Fritz por 6-3 y 6-2 en la segunda jornada, dejando a Europa 3-9 abajo en el marcador frente al Resto del Mundo. Una derrota que evidencia que, estadísticamente, Alcaraz no suele mantener la racha triunfal inmediatamente después de un Grand Slam.
La curiosa estadística se remonta a 2022, cuando tras su primer US Open cayó ante Félix Auger-Aliassime en la Copa Davis. En 2023, tras ganar Wimbledon, fue derrotado por Tommy Paul en Toronto. Posteriormente, tras Roland-Garros 2024, perdió contra Jack Draper en Queen’s, y tras Wimbledon 2024 Novak Djokovic le arrebató el oro en los Juegos Olímpicos de París. La única excepción reciente fue Roland-Garros 2025, donde encadenó victorias hasta perder en la final de Wimbledon frente a Jannik Sinner. Esta secuencia demuestra que, aunque brillante en los grandes torneos, Alcaraz no ha logrado romper la regla que le persigue: caer en el torneo siguiente a un Grand Slam.

Dobles crucial y posible redención
Hoy domingo, Alcaraz formará pareja con Casper Ruud en un dobles que puede ser determinante para que Europa aspire a la remontada. El encuentro ante Alex Michelsen y Reilly Opelka abrirá la jornada decisiva y si el título aún no está decidido, Alcaraz volverá a jugar un individuales frente a Fran Cerúndolo. Europa confía en su número uno para sumar puntos y devolver la emoción al torneo, y el murciano tiene la oportunidad de demostrar su resiliencia y liderazgo bajo presión.
A pesar del revés ante Fritz, Alcaraz mantiene su condición de número uno del mundo y la posibilidad de redimirse. Cada derrota inmediata tras un Grand Slam sirve como aprendizaje y demuestra que incluso los mejores del circuito deben adaptarse rápidamente a la exigencia de torneos consecutivos. La Laver Cup 2025 confirma que el desafío no termina con los grandes títulos: la consistencia y la capacidad de reacción son claves, y Alcaraz aún tiene tiempo para revertir la situación y brillar en la última jornada.
Mirando al futuro
Con el doble y los posibles individuales del domingo por delante, la atención estará puesta en cómo el murciano afronta esta “regla negativa”. Su desempeño en los próximos partidos será crucial no solo para Europa, sino también para confirmar que, a pesar de la curiosa estadística, sigue siendo capaz de liderar y marcar la diferencia en los momentos decisivos del circuito.