Juande Pérez3 min lecturaMevedev tendrá en la madrugada del viernes al sábado un nuevo reto en su carrera ante Carlos Alcaraz. El ruso, actual número 3 del Ranking ATP ha llegado a la semifinal del US Open tras superar a Balazs, O'Connell, Baez, De Miñaur y Rublev, pero más allá de su tenis, de indudable calidad, ha sido muy protagonista en la pista dura de Nueva York por no dejar indiferente a nadie por sus comentarios, la gran mayoría de ellos en pleno transcurrir de los partidos.
"Ni lo podéis imaginar. Un jugador va a morir (algún día). Y (entonces) lo verán". esto fue lo que dijo en su partido de cuartos de final ante su compatriota Rublev cuando se acercaba a la silla de fondo de pista, cogía su toalla para secarse el abundante sudor y se quejaba de la calor y humedad imperante estos días en territorio neoyorquino. Razón no le faltaba al rival de Alcaraz en semifinales.
"Creo que hay un tipo, que no sé si tiene novia o esposa... Pero no sé cómo va a dormir ella porque creo que él está con tanto entusiasmo que va a estar toda la noche sin parar (gritando): '¡Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos!", así reaccionó al término del encuentro ante el argentino Sebastián Báez y como respuesta a un aficionado bastante eufórico en la animación a su compatriota. Se ve que además de la ironía, al ruso tampoco le falta el humor en ciertos momentos, especialmente cuando gana.
El ruso sabe perfectamente a quién se enfrenta este sábado y así lo ha declarado: "Necesitas un 11 sobre 10 (para ganar a Alcaraz) porque Carlos es muy fuerte. Aquí creo que solo ha perdido un set, pero he visto algunos de sus partidos y a veces en los puntos de 'break' corre para unos golpeos de 'passing'... Cosas increíbles", es perfectamente consciente Medvedev del nivel de su contrincante y que incluso jugando un tenis de 10, ante el número 1 del Ranking ATP, podría no servirle ante Alcaraz para llegar a la final.
Por lo tanto, el duelo entre Medvedev y Alcaraz tendrá a buen seguro todos los ingredientes necesarios para ver un gran partido de tenis, calidad tenística y a buen seguro un poco de 'show' del ruso, al que el día que deje la raqueta, se lo rifarán las cadenas para contar con él en las narraciones deportivas debido a su sinceridad.