Pablo Carreño resurge de sus cenizas

Pablo Carreño sigue inmerso en el calvario al que le han llevado las lesiones, pero aún así ha conseguido dar un golpe sobre la mesa y ganar con mucha solvencia el Challenger de Tenerife I, el cuál le va a permitir volver a colarse entre los 140 mejores de la ATP

Pablo Carreño resurge de sus cenizas
Pablo Carreño en el Challenger de Tenerife I - @RFETenis
Francisco SalasFrancisco Salas 3 min lectura

El tenis español ha empezado a lo grande el 2025, pues pese a fallar Carlos Alcaraz en el Open de Australia sí que lo hemos podido ver en estas últimas semanas en las que los nuestros han pasado a la segunda ronda de la Copa Davis, pero también han certificado grandes resultados en otros torneos. Jaume Munar tocando las semifinales en Dallas y rozando el sorpresón ante Casper Ruud; el propio Alcaraz triunfando en Rotterdam; o los buenos momentos de Pedro Martínez y Alejandro Davidovich. Pero por detrás de ellos hay otro nombre que hace poco estaba entre los mejores, pero ahora necesita dar un paso atrás para volver a subir, y no es otro que Pablo Carreño.

Llegar a semifinales de Gran Slams y ganar Masters 1000 es algo que ha estado y está al alcance de muy pocos, y no hace mucho que Pablo Carreño consiguió estas hazañas, sin embargo, las lesiones le han maltratado mucho estos meses y el asturiano ha terminado por caer mucho más allá del top 100 de la ATP, pero poco a poco busca relanzar su carrera. Esta semana en la que se están disputando los torneos antes mencionados Carreño ha tomado un camino mucho más humilde, tanto que ha jugado el Challenger de Tenerife I, el primero torneo de esta categoría que se ha jugado en territorio español este año y allí se ha impuesto con holgura.

Sin oposición

Carreño llegaba al cuadro como el tercer favorito, pero por nivel y carrera es un jugador superior al resto de los inscritos, algo que pudo plasmar en pista desde la primera ronda hasta llegar a la final, donde se ha medido a otro peligroso jugador nacional, Alejandro Moro Cañas, al que ha superado con solvencia en dos sets, por 6-3 y 6-2 para volver a tocar metal y sobre todo, coger confianza antes de pelearse de nuevo contra los grandes.

Con este ya son 24 los títulos Challengers de Carreño, aunque el último databa de hace casi una década, en Poznan 2015. Pero este es diferente, pues es una vuelta a los orígenes que le va a generar una gran alegría y un salto importante en cuanto a la confianza con la que afrontar estos meses. Exactamente lo mismo que en el ranking mundial, pues a partir de mañana va a estar de nuevo dentro de los 140 mejores de la clasificación, una posición que sigue siendo ficticia para él.