Paula Badosa ya tiene fecha de regreso y hoja de ruta para 2026
La tenista catalana no quiere esperar al nuevo año para ir recuperando sensaciones y ha decidido participar en una exhibición en el mes de diciembre

Las cosas no siempre salen como uno planifica y, si encima eres un deportista muy mermado ya por las lesiones, lo mejor es vivir el día a día y afrontar cada cita como si fuera la última. Y seguramente sea esta la lección deportiva que haya aprendido Paula Badosa en este 2025. La tenista catalana esperaba que este fuese el año de su reivindicación tras un 2024 donde su espalda le castigó duramente en el ránking WTA. Sin embargo y pese a que volvió a entrar en el top-10, ha acabado el curso en la 25ª posición debido a dicha lesión crónica y a una rotura del psoas que no le han permitido alcanzar la regularidad deseada.
Eso sí, su mente es más poderosa y no se da por vencida la tenista catalana. Intentó reaparecer en la gira asiática, pero no le fue bien. Y mientras algunos optarían por descansar ya hasta 2026, la neoyorkina de nacimiento ha decidido acabar el año recuperando sensaciones en la pista. Así, ha decidido disputar un evento de exhibición a finales de diciembre.
Asimismo, en la actualidad se encuentra perfilando su hoja de ruta para su nueva temporada y ya tiene confirmada una cita en su calendario. Será en enero, cuando participará en el WTA 500 de Adelaida. Sin duda, una prueba de fuego para tratar de llegar lo mejor posible al Open de Australia, el primer Grand Slam del año.
El último comunicado de Paula Badosa
Hace unos días, Paula Badosa usaba sus redes sociales para dejar una reflexión para todo aquel que esté atravesando por su misma situación. La catalana, quien ahora mismo se encuentra soltera tras su ruptura definitiva con Stefanos Tsitsipas, optó por irse de viaje con su familia y amigos para resetearse. Y el resultado ha sido muy positivo, al parecer.
"A veces la vida nos sacude tan fuerte que creemos que no vamos a poder levantarnos. Pasamos por momentos en los que el alma se rompe en silencio, donde las dudas pesan más que la esperanza y donde el ruido interno no deja escuchar nada más. Pero es justo ahí, en ese vacío, donde comienza algo sagrado: el reencuentro con uno mismo.

Sanar no es olvidar ni fingir que no dolió. Sanar es mirarte con compasión, reconocer tus heridas y entender que todo lo que viviste fue una parte necesaria del camino. Es descubrir que la paz no está en lo que tienes, ni en quién te acompaña, sino en el simple hecho de poder respirar en calma contigo mismo.
Llega un momento en el que comprendes que no necesitas nada externo para sentirte completo. Que la serenidad nace cuando dejas de buscar fuera lo que siempre estuvo dentro. Y es entonces cuando todo cambia: lo que antes dolía, ahora enseña; lo que antes pesaba, ahora impulsa. Porque cuando sanas, no solo te liberas del pasado, te reconcilias con la vida. Puedo decir que esta a sido la lección del 2025".