El renacimiento de Medvedev continúa en Viena
El tenista ruso se ha impuesto en un exigente encuentro al portugués Nuno Borges para prolongar así su racha triunfal tras conquistar Almaty

Algo ha cambiado en la cabeza de Daniil Medvedev y sus raquetas le están durando más en la pista. El tenista ruso, que llegó a ser número uno del mundo, se encuentra en pleno renacimiento en el circuito y son muchos los que esperan que tome el relevo de Alexander Zverev para poder plantarles cara tanto a Sinner como a Carlos Alcaraz. Eso sí, siempre que deje a un lado su fuerte carácter cuando pierde.
Y aunque quizás eso sea demasiado pronto, por el momento su racha triunfal continúa. Tras conquistar Almaty, el moscovita se ha impuesto al portugués Nuno Borges, quien ganó el segundo set y llevó el choque al desempate (6-4, 6-7(7) y 6-2), y sumó su quinto triunfo seguido para trasladarse a la segunda ronda del torneo de Viena.
Medvedev, campeón de este evento en el 2022, añadió la victoria contra el luso, fraguada en dos horas y veinte minutos, a los cuatro encuentros ganados en la ciudad kazaja, que le supusieron la conquista de su vigésimo primer título.
El ruso nunca había perdido ante Borges, al que siempre había ganado, incluidas las tres veces del 2024 (Abierto Australia, Abierto Estados Unidos y Halle), en dos mangas. Tuvo dos puntos de partido en el 'tie break'. Uno al saque y otra al resto. Pero el luso resistió y se apuntó el parcial. En el tercero, Medvedev recuperó la autoridad y tras iniciar con un rotundo 4-0 cerró su clasificación. Daniil Medvedev se enfrentará en segunda ronda al francés Corentin Moutet que superó al bosnio Damir Dzumhur por 6-3 y 6-0.
Y antes del partido, Medvedev confesaba en el medio ruso Bolshe que su cabeza ha hecho 'clic' gracias a dos profesionales: "Cuando empecé a hablar con diferentes personas, buscaba a alguien que viese el tenis de la misma manera en la que yo lo hago, y que supiera que cambiar mi tenis por completo es imposible. Y tampoco es que sea necesario: durante muchísimo tiempo estuve en el top-10 y llegué a ser número uno. Necesitaba mejorar algunos detalles. Mantener la misma base, pero hacer pequeños ajustes. Eso es en lo que Thomas y Rohan están trabajando, no hay un golpe o algo en mi juego que haya cambiado drásticamente".
En este mismo sentido, ha resaltado los conceptos que está trabajando más a fondo: "Ellos señalaron un par de cosas que me han ayudado: el saque, el resto en momentos importantes, las voleas y el juego en la red... digamos que mi energía ha cambiado, que he recuperado la confianza en mí mismo, y eso es lo más importante. Por ese motivo, siento que estoy recuperando algunos golpes: por ejemplo, el saque o el juego en la media pista. Siempre supe cómo ejecutar estos golpes, pero simplemente necesitaba la confianza para hacerlo".
No obstante y pese a que algunos ya le vuelven a ver en lo más alto del tenis, él mantiene los pies en la tierra: "Sinceramente, creo que los aficionados están más emocionados de lo que yo estoy (sonríe). Yo soy alguien que vive en el presente e incluso un poco en el futuro: estoy muy feliz por haber recuperado esta versión de mi tenis, y por eso he conquistado este título, pero pienso: 'Okay, ahora vamos a Viena, vamos a por más'".