Las cinco grandes diferencias entre el Sevilla del 6-1 y el de Lopetegui

Álvaro PalomoÁlvaro Palomo
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Las cinco grandes diferencias entre el Sevilla del 6-1 y el de Lopetegui
Las cinco diferencias entre el Sevilla del 6-1 y el de Lopetegui. - Á. Palomo
Inevitablemente, el resultado de la ida de la semifinal copera en el Ramón Sánchez-Pizjuán remite a un precedente de infausto recuerdo, pues en la 18/19, en cuartos, también se presentó en el Camp Nou con un 2-0 favorable y salió escaldado con un 6-1 en contra. Pero esta similitud no va más allá del marcador registrado en el primer asalto, porque en nada se parecen las circunstancias ni el Sevilla actual al de entonces, con Pablo Machín. 

Las diferencias entre ambos equipos csn muchas, en todos los sentidos, si bien en ED destacamos cinco principales que generan un escenario muy dispar e invitan a pensar en un desarrollo completamente diferente.


MENTALIDAD     

Este factor separa considerablemente un equipo de otro. Aquel Sevilla de la 18/19 era muy frágil mentalmente y se venía abajo casi ante cualquier adversidad y el gol tempranero (13') del Barça con un penalti inventado por el mismo árbitro, Sánchez Martínez, que pitará este miércoles, ya hacía presagiar lo peor, porque no tendía nunca a levantarse. Este Sevilla le supera con creces en mentalidad ganadora, en capacidad para resurgir ante los golpes y marcar los tiempos de los partidos. Además, suele afrontar los choques con una mayor intención de protagonismo que con un Machín más conservador y que no siempre quería el balón.


SOLIDEZ

A estas alturas de temporada, aquel Sevilla había recibido 28 goles en Liga, 12 más que el actual, lastrado por una contención que no terminaba de funcionar y que provocaba que el equipo se rompiera continuamente, todo lo contrario que en esta campaña. Un déficit que le hacía depender en demasía de un acierto anotador, con Ben Yedder y André Silva, que sí era mayor que el actual. El equipo de Lopetegui se caracteriza sobre todo por su solidez, por ser un bloque pétreo, mientras que Machín tuvo que probar múltiples fórmulas ante la ausencia de materia prima fiable en el eje, hasta el punto de que durante una fase se establecieron en el doble pivote Banega y Mudo. Aquel día jugaron Amadou y Roque Mesa.


DEFENSA Y PORTERÍA

Muy relacionada con la anterior diferencia, Machín salió con su habitual línea de tres, formada por un suplente del Sevilla actual, Sergi Gómez, Kjaer, al que se dejó salir porque no se contaba con él, y Carriço. Ahora, Lopetegui cuenta con una de las parejas de centrales más fiables de Europa, con Koundé y Diego Carlos. También hay un abismo en la portería. El técnico manchego mantuvo su rotación en Copa y puso a un Juan Soriano con 21 años, con poca experiencia en estas lides y que fue víctima de la fragilidad de su equipo. En cambio, Bono ya fue clave en la ida y está mostrando un enorme nivel. 

 


MOMENTUM

Aunque viene de caer en LaLiga precisamente con el Barça y el de Machín llegaba tras golear al Levante (5-0), la dinámica de ambos Sevillas era muy distinta. El actual atraviesa por un excelente momento, con 18 puntos de 21 posibles en el campeonato liguero merced a seis victorias consecutivas, mientras que el de la 18/19 había atravesado un bache y mostraba síntomas de declive con una victoria en seis partidos antes de la ida con el Barça.


EL BANQUILLO

Tras un inicio prometedor, poco a poco, por su forma de entender el fútbol, se fue viendo como a Machín le quedaba algo grande aquel proyecto, también perjudicado por la planificación, y se notó en la mentalidad del equipo, al que no le transmitió esa espíritu ganador y protagónico que sí ha logrado Lopetegui, que además ha construido un bloque y generado un excelente ambiente en el vestuario . La filosofía de Machín influyó en la pose del equipo aquel día en el Camp Nou, con un planteamiento de resistencia atrás que se derrumbó pronto.
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