Se entendería quizás en un contexto de
convocatorias cerradas, sin apenas fisuras para nuevos jugadores, como ha ocurrido en el pasado en la selección o sucede con Deschamps en Francia, donde apenas retoca el bloque. Pero
en esta España de las oportunidades, en la que Luis Enrique experimenta casi en cada lista,
no cabe razón para que todavía no se haya estrenado el sevillista Joan Jordán.
Por números, por eficacia, por su peso específico en el cuarto de LaLiga, porque acumula exhibiciones de personalidad y fútbol, porque maneja todos los registros...
El centrocampista nervionense ha hundido ya sus nudillos en la puerta del seleccionador, que sigue
desafiando a la lógica y obviando en cada llamada a un futbolista imprescindible un Sevilla que, con él al mando, destrozó al Atlético de Madrid.
Él se
merendó al poderoso centro del campo colchonero y quizás esta lección de eficiencia en el escaparate que siempre es lucirse en choques de esta índole
le ponga por fin en la órbita de Luis Enrique, de los pocos que no se rinde ante la evidencia de que
Jordán, versátil y completo,
le viene como anillo al dedo a esta 'Roja' que aún busca la composición definitiva de su armazón.
Ya es un clamor entre los aficionados. Se acumulan los mensajes en redes pidiendo a 'Lucho' no que premie el trabajo de Jordán sino que
lo incluya en sus planes porque, sin duda, ahora mismo, hará crecer al combinado español. Se lo merece y la selección lo necesita.
Binomio respaldado, por supuesto, por sus cifras, reflejo de una aportación soberbia y, lo que es mejor, aún creciente.
Contra el Atlético
lideró la posesión con un 8,8% del total, completó el 83% de sus 94 pases, lo que gana en importancia por la zona y la presión en la mayoría de entregas,
realizó dos entradas, firmó un disparo, se atrevió con un regate y no le arrebataron nunca el balón. Un gigante en la zona ancha sevillista, que
roba igual que construye, que se ofrece y propone, que
ejerce de capitán sin serlo y al que el sevillismo ya lo ve como tal el curso venidero.
Todo el tiempo que tarde de más
Luis Enrique en
comprender la idoneidad de contar con Jordán será, sin duda, tiempo perdido.