Campanada monumental en la Final Four

Habrá duelo griego en Euroliga. Olympiacos y Panathinaikos se verán las caras, pero no, como pretendían, por el premio gordo, sino luchando por el tercer puesto. Fenerbahçe y Mónaco dieron la sorpresa ante los favoritos y se metieron una final inédita, que elevará a los altares de la máxima competición continental a un campeón que pocos esperaban.

La maldición del campeón volvió a caer, en este caso, sobre Olympiacos. Desde que comenzó este sistema de liguilla ningún ganador de la temporada regular ha acabado coronándose en la gran final. Esta vez no estará ni en ella. Los de El Pireo cayeron por 68-78 ante un Mónaco mejor, que supo sacar a relucir sus virtudes, especialmente las defensivas, para tener el gran armamento de los griegos. Antes de eso, el Fenerbahçe había superado (82-76) a un Panathinaikos del que se escapó de inicio y al que nunca permitió entrar en el encuentro.

Fenerbahçe 82-76 Panathinaikos

El Panathinaikos había dejado ya alguna duda en los 'play off' después de que no pudiera resolver su eliminatoria ante el Anadolu Efes hasta el quinto partido y, en semifinales, demostró que no ha llegado a este final de temporada tan fuerte como el año anterior.

Se repetía la semifinal de entonces ante el Fenerbahçe de Jasikevicius, pero a diferencia del pasado año, fueron los turcos los que se llevaron la victoria (82-76). El aún vigente campeón de la Euroliga se vio apartado de su meta ante un rival que apeló a su juego coral, donde hasta seis jugadores se marcharon con doce puntos o más de valoración.

La buena defensa inicial sobre Kendrick Nunn, MVP de la competición, y el acierto exterior permitieron a los turcos tomar una ventaja desde el inicio que ya no perderían. Sólo estarían los griegos por delante en los dos primeros minutos de partido. A partir de ahí, el Fenerbahçe tomaría el mando.

El 22-14 con el que acabó el cuarto y el hecho de que durante gran parte del mismo las diferencias hubieran estado en torno a los diez puntos dejaban clara la diferencia entre uno y otro. El Fenerbahçe mantuvo su cómoda ventaja tras el primer parón y sólo un parcial de 0-6 en el tramo final del segundo cuarto permitió a los griegos irse sólo cinco abajo (33-38).

No se sintieron presionados los turcos, pues si bien no lograban escaparse, el Panathinaikos tampoco era capaz de lograr un parcial que les acercase en el marcador. Liderados por Nicolo Melli y Errick McCollum, los de Jasikevicius afrontaron el último cuarto con siete de diferencia. Devon Hall puso la puntilla en el inicio del último periodo y puso a su equipo, otra vez, con una decena de puntos de ventaja que ya apenas menguaría.

Pese a estar muy bien defendido, Nunn acabó con 19 puntos, pero no encontró esta vez la compañía de Juancho Hernangómez (5 puntos) y su equipo lo notó. Grant, con 15 puntos, y Osman, con 22, sí estuvieron a la altura. En el Fenerbahçe, Hall (18 puntos) fue su máximo anotador, pero ahí, todos aportaron.

Olympiacos 68-78 Mónaco

Fournier, autor de 31 puntos, no pudo evitar la derrota de un Olympiacos en el que estuvo muy solo. Ni Vezenkov (7 puntos), ni el capitán Papanikolau (2)... Sólo William-Goss superó la decena y su equipo lo pagó. El Mónaco, con las dos principales piezas que ya derrotaron al Barça, Mike James y Diallo, se bastó para ir, poco a poco, construyendo una victoria que no estuvo segura hasta el tramo final, pero que fue más que merecida.

A diferencia del 'play off' ante los blaugranas, los pívots sí aparecieron. No un Daniel Theis que parece haberse 'apagado' con el paso de los partidos, pero tanto Blossomgame (12 puntos), como Jaiteh (11) mostraron su fortaleza y dominaron el rebote (41-33), y, con ello, el partido.

La ausencia de presión con la que el Mónaco llegó a este duelo, ya que era claro favorito su rival, también contó a favor y Mike James hizo lo que le dio la gana. El máximo anotador histórico de la Euroliga marcó el ritmo del juego y Olympiacos bailó a su merced.

Los tres puntos a favor del Mónaco con los que se llegó al descanso (32-35) eran un espejismo. El Mónaco había sido mejor y sólo la gran aportación de Fournier había evitado que la diferencia fuera mayor. En cuanto no tuvo esa continuidad, en el arranque del tercer cuarto, el equipo del Principado se escapó. Los de Vassilis Spanoulis firmaron un parcial de 4-15 que les dio una ventaja que ya no perderían.

Reaccionó Olympiacos para no perder el partido antes de tiempo (51-57, m.30). Sin embargo, tras un nuevo parón llegó la debacle de la que ya no se levantarían. Un nuevo parcial llevo la ventaja, otra vez, por encima de los diez puntos y los de Giorgios Bartzokas acabaron por bajar los brazos.