Knicks y Lakers, cara y cruz con doble ración de polémica
La tarde-noche de playoffs en la NBA nos dejó dos auténticos partidazos que se decidieron en el último instante

Si te toca explicar a alguien qué son los playoffs de la NBA, lo mejor que puedes hacer es ponerle al completo los dos partidos de esta tarde-noche de domingo: el Detroit Pistons - New York Knicks y el Minnesota Timberwolves - Los Angeles Lakers. ¿Por qué? Pues porque han tenido absolutamente de todo... y mucha polémica.
Empezando por el encuentro vivido en Michigan, el cuarto de la serie, este ha tenido varias partes bien diferenciadas, pero todas ellas repletas de intensidad. Los Knicks, quienes querían poner el 3-1 en la eliminatoria, empezaron fuerte y mediado el tercer cuarto vencían por 14 puntos. Los Pistons no se rindieron; es más, llevaron su intensidad al límite para convertir cada jugada en una cuestión de vida o muerte. Por ese camino, no solo igualaron el choque, sino que eran ellos los que vencían por una decena de puntos en el último cuarto, algo que no evitó un auténtico final de infarto.
Cuando peor estaban los neoyorquinos apareció el de siempre, un Jalen Brunson que terminaría con 32 puntos y que en los doce últimos minutos deslumbró a base de canastones. Su actuación fue sublime, pero no lejos se quedó un Karl-Anthony Towns de 29 tantos y también acciones decisivas. Entre ellos lograron entrar en la última jugada –con posesión para Detroit– un punto arriba.
Una falta no pitada que decidió el partido
En plan era defender con uñas y dientes, lo cual sirvió para que Cade Cunningham (triple-doble de 25 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias) errase el tiro. Los de la Gran Manzana respiraron, pero solo por unos instantes, ya que la bola cayó a un Tim Hardaway Jr. que se levantó desde la esquina sin poder precisar su lanzamiento ante lo que parecía una falta de Josh Hart. Los árbitros no pitaron nada, el banquillo de Detroit se volvió loco y el triunfo fue para los Knicks por 93-94 para poner el 3-1 a su favor en la serie. La cosa es que los Pistons tenían razón en su queja, tal y como comunicó el estamento oficial de la NBA a través de redes sociales. He aquí la misiva.
Ya no sirve para nada que los de Michigan se calentasen o que su entrenador, J.B. Bickerstaff, dijese por activa y por pasiva en rueda de prensa que había sido falta sobre se jugador. Ahora los Pistons saben que ganan los tres siguientes partidos o están fuera.
Un challenge condena a LeBron James
Si el partido estuvo caliente en Michigan, por Minneapolis no se quedaron atrás. Los Lakers, sabedores de no contar con margen de error alguno, exprimieron al máximo a sus piezas para entrar en el último cuarto venciendo por hasta 10 puntos. Pintaban bien las cosas para ellos, pero se quedaron sin piernas y encajaron un parcial de 32-19 en los doce últimos minutos. La cosa es que pudo ser no así, ya que a 10 segundos del final LeBron James parecía forzar la pérdida de balón de Anthony Edwards. Así lo vieron los árbitros, pero Minnesota pidió challenge y cambiaron su decisión para avivar la polémica y dar dos tiros libres a Edwards, quien por cierto terminaría con 43 puntos. El intento final de Austin Reaves por forzar la prórroga se quedó en nada y todo acabó 116-113 a favor de los Wolves.
Pese a terminar derrotados, al menos los Lakers pudieron contar con un muy buen Luka Doncic de 38 puntos. Fue insuficiente. Tanto él como LeBron jugaron la segunda parte al completo para terminar con 46 minutos y sin energía alguna. J.J. Redick los exprimió sin premio. Ahora, con 3-1 abajo, están al borde de la eliminación.