Los Timberwolves se aprovechan de Curry

Los Warriors no pueden sin Stephen Curry. El líder del equipo californiano dejó a los Warriors -por una lesión en los isquiotibiales- ganando el primer partido de la serie ante los Minnesota Timberwolves, algo que finalmente lograrían, pero, desde entonces, sus compañeros no han vuelto a vencer y ya tiene la eliminatoria (3-1) casi perdida. El miércoles se jugará el quinto partido, presumiblemente aún sin él pese a que se le harán unas pruebas, y a domicilio. Mucho debe cambiar todo para que se llegue al sexto encuentro, en el que Curry estaría seguro.

Este cuarto partido de la serie tuvo historia en los dos primeros cuartos, pero, a partir del tercero todo se acabó. Los Minnesota Timberwolves ganaron por 117-110 a los Golden State Warriors y ya acarician unas finales de la Conferencia Oeste que ya pisaron, sin fortuna, la pasada temporada, cuando cayeron ante los Mavericks.

Si hace dos días, los Warriors habían estado a punto de lograr ganar en el Chase Center gracias a su defensa, esta vez fueron los ataques los que decidieron el choque y ahí, sin Curry, tenían todas las de perder. Ya lo dijo su técnico, Steve Kerr, que el equipo era otro sin su estrella y que tenían que apelar a la defensa.

Los Warriors acabaron los dos primeros cuartos por delante, pero con un guarismo (60-58) que demostraba que, esta vez, mandaban los ataques. Cuando la efectividad bajó un poco en el bando local, sus rivales le pasaron por encima. El tercer cuarto se saldó con un 39 a 17 para los Timberwolves, el margen de victoria más alto en la historia de Minnesota en un cuarto. Mucha culpa de ello fue un desatado Anthony Edwards, que llegó a meter hasta 16 puntos en este periodo, sólo uno menos que los que lograron todos los jugadores de los Warriors.

Los Warriors bajan los brazos tras el tercer cuarto

Con 20 de diferencia a falta de los 12 últimos minutos, los Warriors hicieron un tímido intento de remontada, pero los Wolves los contuvieron y, al final, Steve Kerr decidió bajar los brazos y reservar a sus mejores hombres, incluidos Jimmy Butler y Draymond Green, para el quinto partido, que podría ser definitivo.

#[relacionada;multiple;[proveedor:0;id:494566,494556]]#[relacionada;multiple;[proveedor:0;id:494566,494556]]

Edwards acabó con 30 puntos (11 de 21 en tiros de campo y 6 de 11 en triples) en los 33 minutos que jugó, a los que agregó cuatro rebotes, cinco asistencias y dos robos. Junto a él, Julius Randle aportó 31 puntos (11 de 21 en tiros de campo y 4 de 8 en triples). Precisamente el tiro exterior fue clave, pues los Wolves lograron casi un 50% de acierto, con 16 de sus 34 intentos de tres puntos.

En los Warriors, sin Curry y con una mala noche de Jimmy Butler, otra vez tuvo que salir Jonathan Kuminga a asumir responsabilidades. Desde el banco anotó 23 puntos. Butler no pasó de los 14 puntos y seis rebotes, la misma anotación que un apagado Draymond Green.