Ezequiel busca una última oportunidad
Deslumbró con la selección española sub 19, fue blindado por el Betis, irrumpió con fuerza en la elite... y actualmente se encuentra sin equipo.
La historia de Ezequiel Calvente es la de una promesa incumplida. Al menos, hasta ahora. Corría el verano de 2010 cuando deslumbró a medio mundo en el Europeo sub 19 de Francia, donde transformó un penalti de una manera realmente singular. La ´Ezequinha´, como así fue bautizada su acción, consistió en correr hacia el balón como si fuera golpearlo con la pierna derecha para, en el último instante, hacerlo con la izquierda, sorprendiendo así al portero de la selección italiana... y a todos los presentes.
Su meteórica progresión en los escalafones inferiores y la repercusión internacional de su vistoso fútbol con la ´Rojita´ propiciaron que el Betis se apresurara a blindarle. Es más, le hizo un sitio en el primer equipo, y el granadino (aunque nacido en Melilla) respondió, de ahí que disputara 36 partidos oficiales con Pepe Mel en el año del ascenso. Una vez en la máxima categoría, la competencia creció exponencialmente y fue cedido al Sabadell en el mercado invernal.
En tierras catalanas no rindió como se esperaba, y seis meses más tarde volvió a salir a préstamo, en esta ocasión al Friburgo, para el que apenas contó. A su regreso, volvió a ser cedido al Recreativo, donde la pasada campaña disputó 26 choques, casi siempre como revulsivo. Para colmo, el descenso del Betis rompió su vínculo con el conjunto heliopolitano, y desde entonces se encuentra sin equipo y buscando una nueva oportunidad. Quizás la última.
Su meteórica progresión en los escalafones inferiores y la repercusión internacional de su vistoso fútbol con la ´Rojita´ propiciaron que el Betis se apresurara a blindarle. Es más, le hizo un sitio en el primer equipo, y el granadino (aunque nacido en Melilla) respondió, de ahí que disputara 36 partidos oficiales con Pepe Mel en el año del ascenso. Una vez en la máxima categoría, la competencia creció exponencialmente y fue cedido al Sabadell en el mercado invernal.
En tierras catalanas no rindió como se esperaba, y seis meses más tarde volvió a salir a préstamo, en esta ocasión al Friburgo, para el que apenas contó. A su regreso, volvió a ser cedido al Recreativo, donde la pasada campaña disputó 26 choques, casi siempre como revulsivo. Para colmo, el descenso del Betis rompió su vínculo con el conjunto heliopolitano, y desde entonces se encuentra sin equipo y buscando una nueva oportunidad. Quizás la última.