La intrahistoria del fichaje de Rubi

La intrahistoria del fichaje de Rubi
Serra propuso a Rubi por primera vez a finales de abril. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
El predicamento de Joan Francesc Ferrer Sicilia en la planta noble del Benito Villamarín ha sido cambiante en las últimas semanas. De hecho, para que los rectores verdiblancos apuesten por él para dirigir la nave han tenido que ocurrir muchas cosas. Una 'opción A' con una intrahistoria que ha podido conocer ESTADIO Deportivo, primer medio de comunicación en informar sobre el interés por Rubi en el Betis.

Fue el pasado 29 de abril, cuando la página web de este medio reflejaba el empeño de Ángel Haro y José Miguel López Catalán en mantener el estilo de Quique Setién, incluso aunque el santanderino no siguiera al frente del equipo heliopolitano. También se apuntaba que uno de los entrenadores españoles que cumplía con el perfil demandado era el de Vilasar de Mar, precisamente el visitante ese lunes del Benito Villamarín en la pugna por unos puestos europeos que compartía con el Betis. El postrero 1-1, obra de Feddal en el alargue, parecía amargar las esperanzas 'pericas' y prácticamente acababa con las béticas, si bien el Espanyol no dejó de ganar desde entonces, firmando un pleno que le permitió ser séptimo y entrar en la UEL en la última jornada.

Los albiazules arribaban a la Avenida de La Palmera en plena recuperación (cinco jornadas sin perder, que terminaron siendo nueve), si bien, cuando Serra Ferrer, a la sazón el menos partidario en la comisión deportiva de la vía continuista, propuso el nombre de Rubi, se le afeó por su poca enjundia, argumentando algún consejero que, para fichar a Rubi, se quedaban con Setién. Una versión del clásico 'mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer'.

Además, las conversaciones posteriores en las altas instancias de Heliópolis derivaron en un acuerdo (por la mínima, con mucha división de opiniones) para la continuidad del cántabro, una especie de 'entente cordiale' que el propio interesado rompió unos días antes de cerrar el curso en el Bernabéu, liberando a Haro y Catalán, sus defensores a ultranza, de ese respaldo y perdonando el último año de su contrato para evitar un clima irrespirable en el Villamarín en la 19/20.

A raíz de ahí, los rectores béticos deciden apuntar alto, tocando a entrenadores que a todas luces se escapan de las posibilidades económicas del club. Alguna negativa y varias peticiones de aplazamiento de la respuesta (los plazos de Lopetegui, Rudi García, Henry o Puel no coinciden con la premura en verdiblanco) han renovado la confección de la 'short list', con Rubi de nuevo en lo más alto, gracias, en parte, a su éxito final en Cornellà.

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