Rubi afronta el derbi contra pronóstico

Rubi afronta el derbi contra pronóstico
Rubi, técnico del Betis, en la banda del Benito Villamarín. - A. Sáez
La victoria por 2-1 del pasado fin de semana ante el Real Madrid en el Benito Villamarín le ha dado alas al Betis y a un Rubi que se jugaba una vez más su continuidad al frente del banquillo verdiblanco, la cual tiene asegurada al menos hasta final de temporada siempre que su Betis siga compitiendo sobre el terreno de juego, algo que por ahora no ha dejado de hacer.

Este domingo, el técnico catalán volverá a poner en juego su futuro durante el Gran Derbi ante el Sevilla FC en el Sánchez-Pizjuán. Una cita en casa del eterno rival en la que Rubi volverá a jugarse la estabilidad en su cargo, algo que hará en un partido de máxima rivalidad deportiva en el que las sensaciones estarán a flor de piel, con lo que ello conlleva. La victoria supondría para los de Heliópolis algo más de tres puntos de oro para afianzarse en ese arrebato de honor con el que el Betis busca subirse al tren europeo 'in extremis', mientras que una derrota en el derbi sumiría nuevamente al Betis en la más profunda de las crisis, no sólo deportiva, sino también emocional.

Una navaja de doble filo que el actual preparador del Betis afronta contra pronóstico, pues no conoce el catalán el triunfo ante el Sevilla FC como entrenador. Cinco son las ocasiones hasta la fecha en las que el de Vilassar de Mar se ha enfrentado en Primera división ante el conjunto de Nervión, actualmente dirigido por Lopetegui. Y el balance es claramente negativo para los intereses de Rubi y, por tanto, también del Betis. Cinco enfrentamientos y ningún triunfo, siendo su mejor resultado un empate sin goles como técnico del Sporting de Gijón durante la 16/17.

Desde entonces, tres derrotas. Dos como técnico del Espanyol (2-1 y 0-1), la pasada temporada, y el encuentro de la primera vuelta de este curso, en la jornada 13, como preparador del Betis (1-2). Su peor registro, sin embargo, fue el cosechado en su primer enfrentamiento en Primera contra los blanquirrojos, un 3-1 como técnico del Levante.

Los antecedentes para el derbi, por tanto, no son nada halagüeños para un Rubi que, sin embargo, ha demostrado ya esta temporada tener más vidas que un gato. Ante el Celta, frente al Valencia y contra el Real Madrid, el pasado fin de semana, ya tocó fondo para coger impulso.

La primera 'final' que salvó Rubi este curso fue el Betis-Celta. Los verdiblancos eran decimoctavos, con nueve puntos en diez partidos. Ganó la bola de partido y tomó oxígeno, lo que refrendó una jornada después empatando contra el Real Madrid (ha sumado cuatro puntos de seis contra los blancos este curso). Sin embargo, los de Rubi perdieron el derbi por 1-2 y la situación no acabó de mejorar, llegando luego un parón que alargó la resaca.

El Valencia, por su parte, llegó a Heliópolis con Serra Ferrer en el palco de Caro Ledesma. El Betis era decimoséptimo, con trece puntos, y las críticas de la grada eran fuertes, salpicando ya a la planta noble. Un gran partido de Fekir, un gol de Joaquín y otro de Canales de falta directa fueron suficiente para aprobar el examen por 2-1.

Tras ello, dos triunfos consecutivos, ante Mallorca (1-2) y Athletic (3-2), lo que acalló el debate sobre Rubi, que posteriormente volvería a renacer tras la eliminación copera y las seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria, hasta que llegó el triunfo ante el Real Madrid el pasado domingo.