Camarasa, con un ojo en el final de temporada y otro en la 21/22

Camarasa, con un ojo en el final de temporada y otro en la 21/22
- I. M.
Isabel MoralesIsabel Morales5 min lectura
Las lesiones nunca llegan en un buen momento, pero en el caso de Víctor Camarasa, esta afirmación cobra más sentido si cabe. Y es que, el centrocampista del Betis arrancaba la pasada pretemporada con más ganas que nunca. Tras encadenar varias cesiones, el de Meliana encaraba una nueva oportunidad cargado de optimismo. La presencia de Manuel Pellegrini en el banquillo era un punto a su favor, pues el entrenador chileno lo conoce a la perfección y, de hecho, ya solicitó su cesión al conjunto heliopolitano cuando era entrenador del West Ham.

Por ello, la inoportuna rotura de ligamentos el pasado mes de agosto supuso un jarro de agua fría para él. La lesión más grave de su carrera le llegaba justo en el momento más indeseado y le obligaba a parar al menos seis meses. Fue entonces cuando empezó el verdadero calvario. Tras la intervención, el jugador comenzó la recuperación de forma inmediata con una rehabilitación activa desde el minuto uno, en contra de lo que se solía hacer en este tipo de intervención años atrás, cuando el jugador debía permanecer varias semanas con la pierna inmovilizada antes de empezar a trabajar.

La piscina se convirtió en la gran aliada en esta primera fase de la recuperación por ser el medio en el que menos sufría la rodilla. Sesiones interminables de entrenamientos que además de mantenerle activo, le alejaban de los pensamientos negativos. Fueron semanas, meses duros, en la que la confianza aumentaba al mismo ritmo que evolucionaba su la lesión.

Con un equipo de trabajo tutelado siempre por los servicios médicos del club, el jugador comenzó ya el pasado mes de enero a hacer trabajo sobre el césped, un paso más en una larga carrera de fondo para la que ni él ni los médicos del club quieren poner todavía fecha de llegada. De hecho, el trabajo ahora mismo se está centrando en conseguir que la rodilla esté al mismo nivel que antes de la lesión. Una meta que es incompatible hoy por hoy con el calendario. De hecho, en la mente del jugador la prioridad no es reaparecer esta temporada, algo que, no obstante, podría darse en los últimos encuentros de LaLiga si todo marcha sin contratiempos. Más que en eso, el centrocampista parece obsesionado con el próximo curso, una 2021/2022 crucial pues coincide con su último año de contrato.

A corto plazo, y después de haber sido examinado recientemente por el doctor Leyes, el cirujano que le intervino en agosto, el siguiente paso es comenzar de forma progresiva a aumentar la carga en los entrenamientos e incorporarse de manera gradual al trabajo en equipo. Esta será una de las fases más decisivas si cabe de todo el proceso, porque marcará el ritmo de lo que venga después. De cómo responda la rodilla a este trabajo dependerá todo lo demás.

Marzo se antoja así un mes importante para Camarasa, que no quiere volver a cualquier precio. Lejos de sentirse presionado, la buena marcha del equipo en estos momentos, así como contar con el respaldo tanto del club como del propio cuerpo técnico, le están ayudando a reafirmarse en la idea de no formar una reaparición. No arriesgará en ningún caso si la rodilla no está al cien por cien y no dudará en aplazar su vuelta a los terrenos de juego ante la más mínima duda.

Sin prisas y cargado de confianza, el valenciano tiene un ojo en esta fase final de la temporada y otro en la próxima temporada, a la que confía llegar a pleno rendimiento.
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