El
Real Betis completó el viernes su última sesión de entrenamiento en el estadio Benito Villamarín antes de disfrutar, tres meses después, de un
fin de semana libre y volverá a ejercitarse
este lunes para proseguir con la preparación del próximo compromiso liguero ante el
Elche CF en el Martínez Valero, el
domingo 4 de abril, en lo que será el inicio de la
cuenta atrás con las 10 últimas jornadas de LaLiga en plena lucha por Europa.
La última sesión de la semana se desarrolló sin la presencia de : los españoles Sergio
Canales y Juan
Miranda (sub 21), el argelino Aïssa
Mandi, los mexicanos Andrés
Guardado y Diego
Lainez, y el portero chileno Claudio
Bravo. A la espera de que se vayan incorporando, Pellegrini podría seguir tirando de canteranos, como ya hizo para completar la sesión del viernes, y así seguir premiando la gran campaña del
Betis Deportivo, que consumó su
ascenso a la nueva Primera División RFEF y
lucha desde este domingo en las eliminatorias para subir a Segunda División.
El Betis afronta desde el próximo domingo en el Martínez Valero
el primero de los diez partidos que le restan para completar una temporada en la que aspira a la clasificación europea y en la que actualmente se encuentra clasificado en
sexta posición,
en zona de Conference League con
45 puntos, pero con opciones de escalar a la Europa League al tener
los mismos que el quinto, la Real Sociedad.
Pendientes de un ex del Betis y sin su mejor arma
El Elche también volverá al trabajo este lunes y lo hará
pendiente de un ex del Betis como es
Antonio Barragán, que ya se perdió la anterior jornada y es duda para recibir a sus excompañeros. El técnico del conjunto franjiverde,
Fran Escribá, no ha podido contar últimamente con la presencia del lateral derecho, que sigue aquejado de unas
molestias musculares que le impidieron jugar los dos últimos encuentros de Liga. Además, para recibir a los verdiblancos, también cuenta con la importante
baja por sanción de su máximo goleador, el delantero
Lucas Boyé, que vio la quinta amarilla ante el Getafe por un
absurdo pique con el también exbético Chakla.
El Elche, situado en la frontera de la zona de descenso con sólo dos puntos de margen, se jugará sus opciones de lograr la permanencia en Primera en los duelos directos ante equipos implicados en su misma pelea, ya que de los 10 partidos que restan la mitad será ante estos adversarios. El conjunto ilicitano, que disputará seis partidos como local y cuatro a domicilio, deberá enfrentarse a dos de los equipos que tiene por detrás en la clasificación, como Huesca y Alavés, y a los dos que tiene por delante, como Valladolid y Cádiz, además de a Osasuna, que también ronda la zona de peligro.