Joaquín Sánchez es uno de los
canteranos más admirados que ha salido de la Ciudad Deportiva Luis del Sol, es el
capitán del Real Betis y acaba de renovar por un curso más para alcanzar los
40 años defendiendo las trece barras. Es el
jugador con más partidos de la historia del club y uno de los
emblemas de la entidad allende las fronteras. Incluso, es
accionista después de adquirir un paquete valorado en torno a un millón de euros en lo que fue un firme paso al frente en un momento crítico para la economía y la estabilidad institucional del club de sus amores.
La próxima temporada, además, la afición entrará al
Benito Villamarín por la renombrada
Puerta Joaquín Sánchez, en preferencia (la antigua 2A). El portuense, que según Ángel Haro
"ha renovado por méritos deportivos y no sólo por agradecimiento a
lo mucho que ha dado al club", está llamado a ser imagen del Betis más allá de una retirada que aún ve lejana.
'Y, cuando termine todo, ¿qué?' Ésa es la pregunta que no paran de hacer a este
polifacético y carismático personaje que acaba de publicar su primer libro,
Vivir con Arte, y no para de lanzar (y recibir) guiños del mundo televisivo.
No obstante, al margen de su
indudable magnetismo mediático, son muchas las voces que le señalan como el
futuro presidente del Real Betis. "Siempre he dicho que
si se presenta la oportunidad, el día de mañana, estaré para el Betis para lo que necesite, de presidente o lo que sea. Ojalá se cumpla esa entrevista siendo presidente. Creo que
ser presidente del Betis tiene que ser lo máximo", ha manifestado Joaquín en una entrevista en la
Cadena COPE con un reconocido bético y joaquinista como es
Carlos Herrera.
De momento, tener una puerta con su nombre ya le parece un poderoso motivo de orgullo: "Son
palabras mayores, quién me iba a decir a mí cuando empecé que iba a tener una puerta en el Benito Villamarín. Cuando me hicieron el homenaje,
jamás me podía imaginar que iba a tener la puerta número 2 con mi nombre. Es algo especial y que estará ahí por los siglos de los siglos".
De Joaquín se conoce su sempiterna sonrisa, su
alegría, su
carácter extrovertido y bromista, pero para llegar a jugar
898 encuentros en la elite (579 en Primera división) también ha tenido que
trabajar muy duro, cuidarse y hacer sacrificios que muchos quizás ni imaginen.
"Cuando uno entra en esa edad complicada
te privas de lo que más nos gusta. De salir con tus amigos, no tener problemas...
Eso me lo perdí porque intentaba siempre ser muy profesional. Intentaba cuidarme lo máximo, no salir, estar siempre perfecto. Cuando ya tienes la suerte de estar en Primera
es muy fácil perderse y yo también tuve esa etapa de las tentaciones", admitió.
A Carlos Herrera le picó la curiosidad de saber qué haría un bético tan bético si algunas de sus hijas abriese la puerta de su familia a
una pareja que simpatizara con el Sevilla FC. "No entra, Carlos.
La espero con la recortada en la puerta y le doy una charla en el jardín... que es chica", bromeaba antes de aclarar que por su hija sería capaz hasta de intimar con un 'eterno rival': "Al final, como todos los padres,
vamos a tener que tragar con lo que sea, no tenemos más remedio".