La noticia ha salido en la sobremesa de este lunes, 15 de noviembre, y ha caído como
un proyectil en Heliópolis. El
Real Betis ha visto confirmado sus temores y el peor escenario de los que manejaban ha sido confirmado por la
UEFA. El ente continental ha sancionado con dureza la pérdida de papeles de
Nabil Fekir, que fue expulsado en el choque de la cuarta jornada de la Fase de Grupos de la
Europa League que medía a su equipo con el
Bayer Leverkusen en tierras germanas.
Fekir fue expulsado por explotar después de
innumerables provocaciones de los rivales, quiso tomarse la justicia por su mano y se vio envuelto en una tángana multitudinaria sobre el césped del estadio
Bay Arena de Leverkusen, ya con un contundente 4-0 a favor del Bayer en el marcador. Los comités disciplinarios de la UEFA han decidido sancionar al talentoso futbolista francés con
tres partidos de supensión, por lo que se perderá las dos últimas jornadas de la Fase de Grupos, ante el
Ferencváros húngaro en el Benito Villamarín y el
Celtic FC en Glasgow, así como el duelo de ida de una hipotética eliminatoria de
dieceseisavos u octavos de final, en caso de que el Betis se clasificase para la siguiente ronda y dependiendo de si lo hiciera como primero o segundo del Grupo G.
Fekir atendió a los periodistas tras la presentación del bote verdiblanco que el sábado venció en la 55ª edición de la regata de remo Sevilla-Betis y
admitió que no tuvo "una buena reacción" cuando fue expulsado en Leverkusen por agredir a un rival, pero señaló que "hay cosas en el campo que no se controlan" y alegó
"provocaciones" por parte de los rivales.
"No me ha gustado lo que hecho y claro que me arrepiento. Tengo que aprender pero son cosas que pueden pasar y no voy a cambiar mi juego por esta acción", añadió el futbolista lionés, que estaba aún a la espera de conocer la sanción que le impondría UEFA por ese incidente.
Los servicios jurídicos del Betis, que ahora podrán
podrán presentar alegaciones,
manejaban un escenario malo y otro malísimo, de
entre uno y tres partidos. Todo dependía de lo que valorase la comisión europea. Si consideraba la acción de Fekir con
Demirbay (también expulsado) como
conducta antideportiva, lo que habría supuesto un único choque de suspensión, o si, por el contrario, lo calificaba de
agresión, caso en el que el castigo se elevaba a tres citas. Finalmente, ha sido este último escenario.
"Es en parte por la
frutración,
pero también le provocaron bastante. En esa jugada
le dan un pelotazo y un cachetazo. Reaccionó porque somos seres humanos. Fue una reacción inesperada, pero también provocada", defendía Manuel
Pellegrini en la rueda de prensa posterior a la derrota en Alemania. El chileno precisó que no está de acuerdo con lo realizado por su futbolista, aunque en cierto modo comprendía que pudiera ocurrir algo así. En una línea similar se expresaron muchos de sus compañeros, que
hicieron piña apoyando a Fekir. A todos ellos les tocará redoblar esfuerzos para que el campeón del mundo vuelva a jugar la Europa League esta temporada y poder seguir aspirando a grandes alegrías.
Aitor Torvisco4 min lectura