San Pablo, una pieza clave

San Pablo, una pieza clave
Stainbrook, durante el encuentro frente al Palma. - J. J.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
Los tres triunfos que por ahora campean en el casillero del Real Betis en la LEB Oro 18/19 se amarraron en San Pablo (Leyma Coruña, 96-88; S. Horeca Araberri, 94-82; e Iberojet Palma, 82-77). Un fortín transcurridas cinco jornadas y que puede jugar un papel vital en las aspiraciones verdiblancas de retornar a la Liga Endesa. De hecho, si los de Curro Segura mantuvieran inmaculado su feudo hasta el final de la liga regular, un utópico escenario en el que se sellarían 14 triunfos más, la posibilidad de firmar plaza de ´play off´ estaría casi garantizada.

De hecho, el curso pasado, el Carramimbre Valladolid firmó el noveno puesto (último que da billete para ´play off´) con 15 victorias, por lo que no necesitó ni siquiera el pleno en casa. Más lejano quedaría el ascenso directo, que lo brinda la primera plaza, de anclar el registro en los 17 triunfos, pues el Cafés Candelas Breogán precisó de 28 triunfos, tres más que su inmediato perseguidor (el Prat, con 25), para finiquitar tal privilegio.

La temporada 16/17 aún estuvo más caro el noveno puesto, que precisó de 18 victorias (en este caso al menos una fuera), mientras que el primer puesto quedó ´rebajado´ a 25 (GBC), una más que el segundo clasificado, el Cafés Candelas Breogán, que esta campaña milita en la Liga ACB.

El muro de las 18
Dado que la LEB Oro 15/16 estuvo integrada por 16 equipos, así como los años previos, hay que remontarse ya a la campaña 11/12 para hallar un campeonato como el actual, con 18 equipos. En ese caso, el noveno lugar lo marcaron las 18 victorias del Cáceres, mientras que el Iberostar Canarias acabó como líder de la fase regular con 26. Un ejercicio antes, en la 10/11, la novena posición también quedó reservada a las 18 triunfos, también logrados por la entidad extremeña. La primera plaza se quedó en unas casi inigualables 30 victorias, firmadas por el C.B. Murcia. Así, en el peor de los casos, San Pablo casi otorgaría el pasaporte.
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