Adiós a Primoz Roglic

El gran bombazo de principios de agosto, cuando se abrió el mercado de fichajes en el pelotón internacional, llegó con el anuncio del fichaje por parte de Red Bull-BORA-Hansgrohe del belga Remco Evenepoel, uno de los tres mejores ciclistas del mundo y el mejor contra el crono.

El gran fichaje del equipo alemán cambiaba totalmente el equilibrio de poderes que había allí, pues Primoz Roglic lideraba sin oposición y, en segunda fila, aparecía la opción del polaco Florian Lipowitz, el australiano Jai Hindley o, incluso, el joven Giulio Pellizzari como alternativas.

Todas las miradas se depositaron en un Roglic que fichó por el Red Bull-Bora para liderar en dos de las grandes cada año y que, ahora, pasaba a ser el segundo de la fila. El esloveno, lejos de responder, asumió su fichaje, pero en el entorno del pelotón se cocía su posible salida, ya que sólo le queda un año de contrato y algunos equipos han guardado huecos y presupuesto para el caso de que estuviera a tiro.

La temporada de Roglic no ha sido tan brillante como la de su estreno en el conjunto alemán. Tras un buen arranque, en el que derrotó a Juan Ayuso en el mano a mano vivido en la Volta a Catalunya, se vio frustrado en el Giro de Italia con una caída que le impidió luchar por la general -llegó a ser líder- y le mermó de cara al Tour de Francia, donde sólo pudo acabar octavo. Sus resultados posteriores tampoco han mejorado esa última imagen que dejó en la ronda gala, aunque a esas alturas ya se sabía el fichaje de Evenepoel.

Roglic aclara su futuro inmediato y apunta a Evenepoel

Roglic, finalmente, ha acabado con todas las especulaciones sobre su futuro y ha advertido que no sólo acepta el fichaje de un nuevo líder, sino que asume que esté por delante de él.

"La llegada de Evenepoel es algo bueno. Para mí, podría significar que puedo dar un paso al lado, si se me permite llamarlo así. En cuanto a toda esa responsabilidad y todo lo que hay más allá del ciclismo", asegura el esloveno en Siol.net, donde deja claro que no han hablado de una desvinculación.

“Ni siquiera hemos hablado de una salida, aunque otros lo hayan hecho. Me queda un año de contrato y pienso seguir”, añade un Roglic que ve ilusión en el equipo con la llegada del belga. "Ahora tenemos un ciclista más joven al que todos pueden aferrarse. Espero tener un poco más de tranquilidad y un poco más de libertad", se reafirma.

Lo único que pide ahora es que consensúen por qué va a pelear uno y donde va a correr otro. Y que haya un acuerdo cordial. "Necesitamos sentarnos y pensar detenidamente qué es posible y qué no. Sobre todo, quiero cosas reales. Conversaciones y objetivos realistas". Es la única advertencia que manda.