Hacen oficial la sospecha con Enric Mas

No se puede decir que haya sido una sorpresa. Tras varios años sufriendo en el Tour de Francia y con unos resultados que estaban realmente alejados de las expectativas, parecía que este momento llegaría tarde o temprano con Enric Mas. Pues bien, las sospechas ya son oficiales.

Si bien en la jornada previa a la gran etapa por los Pirineos con llegada en Hautacam, Chente García Acosta, director del equipo Movistar, ya avivaba la llama de su pupilo para que buscase una etapa, es ahora –a más de 21 minutos de Tadej Pogacar y con el podio imposible–, cuando la estructura telefónica afirma que el gran objetivo en lo que resta de Grand Boucle para el de Artá es alzar los brazos en una línea de meta; visión con la que coincide plenamente el propio corredor, quien da de este modo oficialidad al nuevo plan.

"Voy a ir a muerte a por una etapa y, además, los compañeros también tendrán más libertad para luchar por una porque no tendrán que trabajar para mi. Queda mucho Tour y esperemos que llegue", señala.

Cuestionado por el hecho de dejarse hasta 16 minutos en línea de meta con Pogacar para terminar entrando en la 33ª posición, Mas admite que no se sintió bien desde la salida y que sus sensaciones no mejoraron con el paso de los kilómetros pese a encontrar en su mejor escenario, la alta montaña.

"He sufrido muchísimo, desde el principio. No me notaba bien. Me he dejado más de 15 minutos y gracias al equipo. Si no, hubiese perdido bastante más", admite el líder del equipo español, ahora obligado a centrarse en otros menesteres más allá de una clasificación general que le ha dado la espalda de manera definitiva.

Enric Mas no pone excusa alguna

Lejos de querer justificar su floja actuación en la primera gran etapa pirenaica, el corredor español aclara que no tuvo ningún problema físico y que simplemente no se encontró al nivel necesario para estar con los mejores. "No había fuerzas, han sido las piernas, no hay otra explicación", concluye.