Ana Peleteiro se armó de valor hace unos días y denunció públicamente que había sido víctima de maltrato y agresión sexual por parte de su expareja, aunque no desveló el nombre de su maltratador.
Ante esta denuncia, todos sus ex han quedado señalados, siendo Nelson Évora, con quien tuvo un noviazgo entre 2016 y 2021, el primero en romper su silencio para desmentir que él sea de quien habla la atleta gallega.
"A raíz de las noticias que están circulando y que involucran mi nombre, expreso toda mi empatía por Ana y todas las mujeres y los hombres que viven este tipo de situaciones. La persona señalada en esta historia no soy yo", escribió el también atleta en una historia de Instagram.
La atleta española decidió publicar un vídeo en TikTok en el que habló sin tapujos de las agresiones que sufrió, algo que hizo con la idea de que "sirva para que otras niñas no se queden, al menos tantas veces".
"Se ponía un cristal templado, que no permitía ver el teléfono, a no ser que estuvieses de frente, porque decía que no paraba de mirarle el teléfono cada vez que escribía. Y aún así, me quedé. Cada vez que sospechaba que estaba hablando con otra persona más, con otra chica más, pues intentaba o estaba a punto de descubrir una infidelidad, me decía que estaba completamente loca, que eran todo invenciones de mi cabeza. Y que iba a acabar rompiendo nuestra relación por tanta desconfianza. Y aún así, me quedé", relató Peleteiro.
"Me despertaba por las noches teniendo relaciones sexuales sin consentimiento. Y aún así me quedé. Cambió absolutamente todo de mí, desde la vestimenta, al pelo, a la forma de actuar con mi familia, distanciarme de muchísima gente. Y aún así me quedé. Me decía que si no manteníamos relaciones sexuales siempre que él quería, deterioraría la relación y que, al fin y al cabo, quien no comía en casa comía fuera. Y que si luego me era infiel, que tampoco me sorprendiese. Y aun así me quedé", siguió contando la deportista gallega.
"Cuando lleg�� la pandemia me dejó sola durante cuatro meses, teniendo la oportunidad de pasarla juntos. Y aún así me quedé. Descubrí que tenía una doble vida y, por ende, otra relación que no era la mía a escondidas. Y aun así me quedé. Le perdoné. Cuando fuimos a vivir juntos me dijo que la cocina era solo mía. Que él no se iba a ocupar absolutamente de nada que tuviese que ver con la cocina y los quehaceres de casa. Y aún así me quedé. Si iba los fines de semana a su casa, de repente desaparecía y yo no sabía absolutamente nada de él durante todo el fin de semana. Me decía a lo mejor un día esporádicamente 'buenos días', y se excusaba diciendo que necesitaba su espacio y que tenía que confiar en él y dejarle hacer esas cosas porque eso era normal en una relación. Y aún así me quedé. Volvía de esos viajes como con chupones en el cuerpo y me decía que eran picaduras de bichos que tal vez había en su colchón. Y aun así me quedé. Prefería pasar las Navidades solo o con gente random de una fiesta antes que pasarlo con mi familia, cuando él no tenía familia. Y aun así me quedé", prosiguió.
"Y un larguísimo etcétera más, pero no voy a seguir porque creo que ha sido suficiente. Simplemente, lo quería hacer para que si os identificáis con alguna de estas señales, por favor, salid corriendo. Nunca vais a ser felices y os están haciendo muchísimo daño. Intentad ir a terapia porque salir de una relación con un narcisista es muy muy muy complicado, ya que reducen tu amor propio a menos veinte. Con ayuda y con personas alrededor que te quieren puedes salir, empezar de cero y vivir un amor real, bueno y bonito", concluyó Peleteiro, que no informó si había interpuesto la pertinente denuncia ante las autoridades pertinentes.