El BOE anuncia nueva normativa que cambia para siempre el mercado de la vivienda en España

El BOE -Boletín Oficial del Estado- lo confirma. El mercado inmobiliario español dará un cambio brutal, después de que se haya aceptado un cambio en la normativa que afecta a la tasación de los inmuebles. El objetivo no es otro que dar una mayor transparencia y rigor al proceso de valoración de los inmuebles.

La tasación, hasta nuestros días, se basaba en criterios que ya habían quedado desactualizados ante el mercado actual. Con esta nueva reforma lo que se pretende es ajustar las valoraciones a factores como la localización del inmueble, la eficiencia energética o el estadio del edificio. Todo esto condicionará el precio de venta y la cantidad de financiación que los bancos podrán ofrecer a los futuros compradores.

Criterios de valor más objetivos y revisados para los bancos

En el valor financiero valoran positivamente esta nueva norma, puesto que las entidades bancarias podrán operar con un mayor margen de maniobra y confianza al saber que el valor de cada vivienda corresponde a criterios que son objetivos y revisados.

La situación es diferente para los que quieren comprar una vivienda. Por un lado hay una mayor protección ante tasaciones infladas, pero aquellos que aspiren a financiar un porcentaje elevado del precio, deberán asumir que el banco, ahora, se ajustará al valor de referencia, no el pactado con el vendedor.

El BOE contempla plazos al respecto para que todas las sociedades y tasadores sumen los nuevos criterios en el menor tiempo posible. Esto supone un cambio en los procedimientos internos y en la formación de los profesionales del sector.

Ahora, con la nueva medida, se trata de reducir las preocupaciones sociales por el acceso a la vivienda, donde cada vez es mucho más complicado para todos aquellos compradores que solicitan una. Es decir, con hipotecas ligadas al valor real de la tasación será más complicado llegar a situaciones de burbuja inmobiliaria como se han vivido con anterioridad en España. Sin embargo, también será mucho más complicado el recibir préstamos altos siempre que el mercado de la zona esté en tensión.

Ahora, bancos, aseguradoras y fondos de inversión tendrán que tener en cuenta la exposición de un inmueble a fenómenos como las inundaciones, incendios o deslizamientos de tierra antes de conceder una hipoteca, así como valorar una cartera de activos o fijar una póliza de seguro. El cambio que se busca es que el mercado inmobiliario se adapte a la realidad de la crisis climática, incorporando criterios de sostenibilidad en las operaciones financieras y en la compra de vivienda.