Alejandro Sáez4 min lecturaEl otoño de 2023 se encuentra listo para entrar en acción, marcando el fin de los últimos coletazos del calor del verano. Este cambio de estación está programado para coincidir con el equinoccio del 23 de septiembre. Con una duración total de 89 días y 21 horas, el otoño señala el comienzo del acortamiento de las horas de luz y el retorno del frío, siempre sujeto a las condiciones meteorológicas. Además, con la llegada del otoño, se aproxima el momento en que debemos ajustar nuestros relojes para dar la bienvenida al horario de invierno.
El cambio de hora en España está programado para la madrugada del domingo 29 de octubre, cuando a las 3:00 de la madrugada (hora peninsular) se retrasarán los relojes una hora para marcar nuevamente las 2:00 horas. Como es costumbre, "a las 3:00 volverán a ser las 2:00".
Es importante recordar que el cambio de hora se implementa teóricamente con el objetivo de aprovechar mejor las horas de luz durante el invierno, lo que contribuye a la reducción del consumo de energía y busca sincronizar las jornadas laborales con otros países europeos. Este concepto se originó durante la Primera Guerra Mundial, cuando Alemania adelantó sus relojes para ahorrar carbón, una medida que varios países europeos, Estados Unidos y Australia adoptaron posteriormente.
En España, la hora de verano se adoptó por primera vez en 1918 debido a razones económicas y políticas relacionadas con la escasez de carbón provocada por la Primera Guerra Mundial, así como para armonizar el horario con sus países vecinos. A lo largo del siglo XX, la hora oficial se aplicó de manera irregular debido a eventos como la Guerra Civil de 1936-39 y la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, tras la crisis petrolífera de los años 70, muchos países europeos reinstauraron el horario de verano, incluyendo a España a partir de 1974, y desde 1980 esto ha estado sujeto a las directivas europeas.
A pesar de ello, diversos estudios sugieren que el cambio de hora tiene un impacto económico limitado en la actualidad gracias a las nuevas tecnologías, aunque sí se han identificado consecuencias negativas para la salud de muchas personas. En respuesta a esto, la Comisión Europea anunció en 2019 su intención de poner fin a los cambios de hora de manera definitiva, permitiendo que cada país europeo elija su horario preferido durante todo el año.
El Parlamento Europeo seleccionó el año 2021 como el momento en que esta nueva normativa entraría en vigor. Sin embargo, el debate se ha visto afectado por la crisis sanitaria de la pandemia y el conflicto en Ucrania, lo que ha paralizado su avance en Europa.
Dado que las negociaciones en Europa no han avanzado significativamente, el Ministerio de Presidencia publicó el año pasado un calendario oficial en el BOE que establece el inicio y el final del horario de verano desde 2022 hasta 2026. Por ahora, continuamos realizando los cambios de hora dos veces al año, adelantando y retrasando las manecillas del reloj.