Ni Carmona ni Utrera: el pueblo medieval más bonito de la provincia de Sevilla

La época medieval ha calado profundamente en la sociedad actual, sobre todo por el legado que han dejado las distintas civilizaciones de aquella época y que se traducen en auténticos monumentos en la actualidad. Monumentos como los castillos, los cuales en ocasiones pasan un tanto desapercibidos, mientras que en otros casos son auténticos reclamos turísticos. En la provincia de Sevilla no iba a ser menos, ya que cuenta con numerosas construcciones de este estilo y que se conservan muy bien.

Es el caso del municipio de Los Molares. Esta localidad de algo más de 3.600 habitantes cuenta con un castillo que no tiene nada que envidiar al de otros municipios más grandes, como pueden ser los de Carmona o Utrera.

La historia del Castillo de Los Molares comienza en el año 1248, cuando el rey Fernando III ‘El Santo’ conquista Sevilla. Fruto de la conquista de estos territorios dentro de la provincia acabó repartiéndolos a distintas personalidades con el fin de obtener más protección. Por ello, Lope Gutiérrez de Toledo acabó adquiriendo El Molar, siendo el primer señor de la localidad y con quien empezó la construcción del castillo.

El castillo de Los Molares cuenta con una gran conservación y es el principal reclamo turístico del municipio sevillano. Hoy en día forma parte del entramado urbano del pueblo, siendo una referencia sin lugar a duda y un prácticamente un símbolo de identidad. Desde el año 1993 es reconocido de manera especial por la comunidad de Andalucía y desde el año 2007 forma parte del propio Patrimonio Histórico de Andalucía.

Este municipio sevillano se encuentra ubicado en plena Campiña y también cuenta con otros edificios que merecen la pena visitar, como es el caso de la Iglesia Parroquial Santa María o la Torre del Bao, que se encuentra junto al castillo. Por supuesto los dólmenes de Cañanada Real y El Palomar, los cuales se pueden encontrar al realizar alguna ruta senderista o en bicicleta desde Los Molares.

Aun así, también la gastronomía de Los Molares es uno de los reclamos turísticos de la zona. Se destacan sus platos típicos, aunque lo más característico sean sus panes, que siguen elaborándose de manera artesanal en hornos de leña, algo que le da un toque especial a cada sabor de cada guiso casero que preparan. Una delicia para visitar y un motivo más para conocer verdaderamente la esencia medieval que aún se conserva dentro de la provincia de Sevilla.