Golpe para los veladores de Sevilla: más de 10.000 de multa

Hay muchos aspectos que caracterizan a la ciudad de Sevilla, y que algunos se pueden trasladar a otras ciudades de Andalucía. Ahí podría destacarse desde el calor hasta el buen tiempo o en general la vida en la calle. Otra de las características, que además surgen a raíz de las anteriores, son los veladores. Esas mesas que se colocan en las terrazas de los bares y que, al tener un clima con pocas precipitaciones y un frío muy suave, hacen que se pueda disfrutar de ellos durante casi todo el año. En muchas de las grandes ciudades andaluzas esta es la tónica general, sobre todo en cuanto comienza a llegar algo de calor, porque apetece estar más tiempo en la calle. Sin embargo, otra de las peculiaridades y características de Sevilla son sus calles pequeñas. Especialmente en el casco antiguo, por donde más turistas transitan, hay calles muy pequeñas con veladores que ocupan casi toda la acera.

Ese es uno de los motivos de las quejas, pero el principal realmente son las molestias a los vecinos. Al tratarse de mesas en la calle, general mucho ruido y en la mayoría de ocasiones los bares se encuentran justo debajo de viviendas familiares. De manera que hace bastante tiempo que se vienen produciendo quejas que no solo se circunscriben al centro o al casco histórico, sino también a zonas como la zona norte de la capital. En esa zona es donde se han producido los hechos que han supuesto una multa de 12.000€ a un empresario.

Ruidos insoportables

Ha sido un juez de la capital hispalense el que ha dictado la sentencia para el dueño del local, que no regenta el bar, que lo tiene en alquiler. Además de la multa, la sentencia obliga a la retirada total de los veladores por el exceso de ruido. Se trataba de un local que contaba con 50 mesas en su velador, lo cual ha sido considerado una “inmisión ruidosa” para los vecinos. La Asociación Juristas contra el Ruido fue quien presentó la demanda en nombre de los vecinos que aseguran que llevan más de 5 años sufriendo esta situación.

También se ha decretado que en el bar se deberán instalar persianas que sean menos ruidosas. Los denunciantes aseguran que el local ha sido denunciado hasta en 30 ocasiones. Especialmente, además del propio ruido constante que pueden suponer 50 mesas, los vecinos aseguran que con frecuencia se incumplían los horarios de cierre, hechos que perturbaban sus horas de descanso. Aunque el dueño del local ha tratado de justificarse en que lo tiene arrendado, el juez planteó que al obtener un beneficio por dicho arrendamiento, debe “responder por los daños derivados de los ruidos procedentes del mismo”.