Lo de Morante es oficial

Morante de la Puebla no está bien. Era un secreto a voces que se veía en su temporada y que ahora se ha conocido. El diestro cigarrero ya pasó un 2023 muy complicado, con una lesión en la mano que le impedía torear y le hizo detener su temporada. El 2024 tampoco empezó de la mejor manera. Todo comenzó a torcerse con su preparación, puesto que quería torear bastante menos para no forzar la maquinaría, algo que no ha sido así, estando presente en multitud de carteles.

En los últimos premios de la Junta de Andalucía, donde se premió al diestro sevillano, ya no se le vio bien, siendo sus problemas de salud mental los que le han atormentado toda esta temporada. La corrida de marzo en Arnedo marcó un antes y un después, siendo después de esa faena el primer parón de este año. Luego volvió, puesto que no podía caerse del cartel de la Feria de Sevilla en la Maestranza, donde ni mucho menos estuvo a su nivel. Tampoco se le vio bien en San Isidro, en las Ventas, y ahora el maestro ha vuelto a decir basta.

"No responde a los antidepresivos y además en los últimos días le hemos hecho pruebas de todo tipo. Le fallaban las piernas y se quedaba como sin fuerza", dijo este viernes su apoderado, Pedro J. Marques a Zabala de la Serna en El Mundo. El diestro "interrumpe la temporada" de forma indefinida pero "no definitiva".

"Lamentamos mucho todo el desaguisado. A los empresarios les hemos dicho que no nos anuncien aunque hayamos apalabrado pero sin enviar los contratos. La interrupción es sin fecha, según se vaya encontrando el maestro", indicó Pedro J. Marques.

Las especulaciones sobre el estado de salud de Morante y una posible retirada de los ruedos llevan rondando los mentideros desde hace varios meses, teniendo los rumores cada vez más fuerza.

Se trata de la cuarta retirada de Morante de la Puebla en toda su carrera. La primera se produjo en 2004, cuando fue a tratarse de una depresión en Miami. En 2007 volvió a parar debido a la "pérdida de la ilusión", ya que la bipolaridad y el trastorno de personalidad diagnosticado.

Diez años más tarde, en 2017, y después de un mano a mano con El Juli en El Puerto, Morante volvió a decir basta. Ahora el genio de La Puebla del Río tiene que volver a parar, dejando el mundo del toreo sin aliento, lo mismo que ha hecho muchas veces con sus faenas, aunque en esta ocasión es por algo totalmente distinto, por el miedo a no verle nunca como antes, o incluso a no volver a verle sobre el ruedo.