Pedro Sánchez ataca directamente a Andalucía

Que el gobierno central y las autonomías donde no gobierna el PSOE están en un constante choque no es ninguna novedad. Realmente incluso dentro del propio partido socialista hay líderes autonómicos que no comparten la dirección que lleva el partido, y que están directamente en contra de Pedro Sánchez, sobre todo respecto a sus acuerdos para poder ser investido como presidente. Un gran ejemplo es Emiliano García Page, que siempre se ha mostrado muy crítico con la dirección de su partido incluso exteriorizando sus críticas y desavenencias en los medios de comunicación. La cuestión está en que ahora el gobierno sí vive una crisis sobre la que se le pueden echar piedras. Desde el partido socialista plantean que realmente solo es una crisis de ellos, interna, y que como tal no afecta al gobierno de España, pero es prácticamente indivisible.

Aunque los socialistas no tengan mayoría absoluta, son la parte más importante del acuerdo de coalición para formar gobierno. Y en este momento todo está saltando por los aires dentro del partido, con dos de los que fueron mano derecha de Pedro Sánchez investigados por una presunta corrupción que parece totalmente confirmada. Ante esto desde la oposición han aprovechado de nuevo para pedir la dimisión del presidente y la convocatoria de elecciones. Sin embargo, Sánchez ha asegurado que serán en 2027, cumpliendo así los 4 años, “como han sido siempre”. Y ante esta oleada, desde el partido socialista lo que se ha tomado es una narrativa de contrataque, de sacar a relucir los trapos sucios de sus rivales. Y en esta línea ha criticado muchos gobiernos autonómicos del PP, entre ellos el andaluz.

Una acusación directa

Juanma Moreno es el presidente de la Junta de Andalucía, y como cara visible del PP en la comunidad, ha solito mantener también un discurso de ataque directo a la Moncloa. Lo que ocurre es que ahora Sánchez está deslegitimando los reproches de los populares a la presunta corrupción dentro del PSOE, alegando que ellos no pueden hablar. Realmente se trata de una simple línea narrativa que busca defenderse con el tradicional ‘y tú más’ para darle la vuelta a los ataques del adversario. En el caso andaluz Pedro Sánchez ha acusado al Moreno Bonilla de expulsar a los interventores que estaban denunciando posible corrupción.

Con esa declaración se hace referencia a los contratos de SAS, que han sido actualidad política durante bastante tiempo en Andalucía. Y es que dentro del Parlamento de Andalucía se ha intentado que el Partido Popular, a través de la consejera de Salud, explicara su versión de los hechos sobre unos contratos que podrían haber sido escogidos a dedo. Sin embargo, el grupo popular ha negado en todas las ocasiones esta comparecencia, llevando eso sí a otras consejerías que no tienen tanta relación. Y es esto precisamente lo que el presidente del gobierno ha utilizado para, más situaciones como la de Ayuso o la de Mazón, hablar de que el PP es una “enciclopedia de corrupción con capítulos autonómicos”.