Pedro Sánchez lo reconoce en la sesión de control

Los últimos tiempos políticos en España están siendo protagonizados por la inestabilidad. Si en los inicios de la democracia la sociedad se quejaba del bipartidismo, de que siempre gobernaba uno u otro, y que la cosa no era muy diferente, ahora ha ocurrido justo lo contrario. En los últimos años ninguno de los dos grandes partidos, ni PP ni PSOE, han logrado la mayoría absoluta que les permitiera controlar el Congreso sin tener que contar con ninguna coalición. Ese es uno de los problemas que ha provocado muchas más elecciones de las que debía, o que ahora haya un gobierno que es muy inestable y que depende de los apoyos de sus socios para seguir manteniéndose.

Esos apoyos ya le han costado al PSOE muchos disgustos y muchas críticas sociales. Sin embargo, la línea de las críticas ahora mira hacia otro lado, hacia el que realmente ha sido el problema de la política española durante los últimos 20-30 años, la corrupción. El PSOE está viviendo el que de momento es su mayor caso de presunta corrupción a nivel nacional. Quien fuera su secretario de organización, Santos Cerdán está en la cárcel de manera provisional y sin fianza por supuestas mordidas en las que también tenía mucho que ver Ábalos, otro de los hombres que fue mano derecha de Sánchez. Ante esta situación, algo histórico, a pesar de estar en verano, están siendo algunas de las jornadas políticas más intensas de todo el curso.

Un anuncio muy esperado

Precisamente hoy, miércoles 9 de julio es un día importante por la sesión de control al Gobierno donde claramente toda esta situación iba a ser protagonista. H asido ahí, en su primera intervención hablando del tema donde Sánchez ha admitido algo que la mayoría de contrarios no terminan de creerse. El presidente del Gobierno ha admitido que cuando saltó el escándalo de la corrupción pensó en dimitir porque pensó que podía ser lo mejor para él, pero sobre todo para su familia. Sin embargo finalmente se arrepintió porque decidió no tirar la toalla. Además de esta confesión, Sánchez ha anunciado un plan de 15 medidas con las que tratará de frenar o eliminar la corrupción, y donde se menciona directamente a las empresas corruptoras.

Lo más destacado de las primeras intervenciones de esta sesión de control han sido las palabras de Feijóo. El gallego ha sido recientemente reelegido como máximo dirigente de su partido, casi por unanimidad, más del 99% de los votos fueron positivos. Con la energía de sentirse reforzado, el líder del PP ha vuelto a pedir al presidente del Gobierno que convoque elecciones para que el país decida quien quiere que les gobierne. Al mismo tiempo, algo que está siendo criticado es que no ha cerrado la puerta a pactar con Vox, e incluso está comenzando a comprar la narrativa del partido ultra en cuanto a la inmigración. Esto claramente es una intención de arrastrar a sus votantes para tratar de gobernar en solitario.