Polémica por una piscina que prohibe entrar a personas de una nacionalidad concreta para "preservar un clima sereno y respetuoso"

El alcalde de la ciudad ha negado que se trata de algo discriminatoria y esta prohibición estará vigente hasta el próximo 31 de agosto

Polémica por una piscina que prohibe entrar a personas de una nacionalidad concreta para "preservar un clima sereno y respetuoso"
Una piscina prohibe entrar a personas de una nacionalidad concreta para "preservar un clima sereno y respetuoso" - Pixabay

El calor característico del verano hace que existan pocas cosas mejores que refrescarse con un baño en una piscina durante esta época del año. Los más afortunados tienen piscina propia en su vivienda o en una comunitaria con el resto de vecinos de su bloque, pero lo normal es tener que desplazarse a alguna piscina pública para poder darse un chapuzón.

Dentro de las piscinas también es normal que se formen grupos y que muchos de ellos generen alboroto, sobre todo cuando se trata de gente más joven, lo que resta tranquilidad al resto de bañistas que buscan no sólo refrescarse sino también relajarse. La manera de evitar esto es creando normas de conducta para quienes hagan uso de las instalaciones.

Existen normas clásicas que comparten la inmensa mayoría de las piscinas en nuestro país, como no correr por el borde de la misma o no tirarse de cabeza. También hay otras tradicionales como no jugar a la pelota o no usar colchonetas y otros elementos hinchables, pero hay una localidad de Suiza donde han ido un paso más allá con la normativa y han prohibido la entrada a personas de una determinada nacionalidad.

El Ayuntamiento de Porrentruy y el Sindicato Intercomunal del Distrito de Porrentruy (SIDP) han decidido que sólo puedan hacer uso de las instalaciones de la piscina los ciudadanos suizos, los residentes legales en Suiza y quienes tengan un permiso de trabajo en vigor. Esto quiere decir que los turistas no podrán hacer uso de la piscina, aunque en esta localidad esta normativa tiene un trasfondo que ha generado polémica.

La piscina de esta localidad está a escasos kilómetros de la frontera con Francia, por lo que esta norma está diseñada para que los franceses no puedan acudir a Porrentruy a hacer uso de la piscina municipal. Se trata, eso sí, de una normativa que no es para siempre, ya que estará en vigor hasta el 31 de agosto de este año. "Esta medida es excepcional y tiene un carácter exclusivamente temporal", dicen desde el consistorio.

El alcalde de la localidad, Philippe Eggertswyler, ha explicado que esta medida se toma para "garantizar la seguridad de los usuarios dentro y alrededor de la piscina, por un lado, y preservar un clima sereno, respetuoso y seguro por el otro". El edil suizo afirma que "ser elegido es asumir responsabilidades y los electos asumen sus responsabilidades" y que la suya es "proteger la convivencia y la seguridad".

Medios locales aseguran que con la norma se impide el uso de la piscina al 95% de los bañistas habituales, los cuales son franceses, aunque el alcalde asegura que no se trata de discriminación. "Hay que ver el problema de otra manera. Hoy hay una gran afluencia y es imprescindible asegurar que los habitantes de nuestro pueblo puedan aprovechar esta infraestructura... Había actitudes consideradas inapropiadas y violaciones de las normas internas del recinto".

Tanto es así que, aunque la norma sólo está aprobada para este verano, es posible que se amplíe a otros años. "Todo dependerá del comportamiento de los usuarios y la evolución de los acontecimientos".