La ciudad de España que ha inventado el 'carril de peatones' en sus playas para el verano

El verano en España significa sol y playa. Pueblos y ciudades costeras de nuestro país ven incrementada su población de manera desbordante, creando una gran masificación de personas en diversos puntos de la geografía española. Ante este problema, varios de los municipios afectados ponen en marcha diferentes medidas para contentar a todos, ya que no pueden permitirse perder los miles de turistas que inundan sus playas, pero tampoco pueden tener descontentos a sus vecinos.

Un caso de este estilo ocurre en Matalascañas (Huelva), donde ya contamos que el Ayuntamiento de Almonte ha creado una tasa de aparcamiento para turistas a partir de 2026, algo que ha generado una gran polémica porque afectará a muchas personas, una gran parte sevillanos, que tienen en el municipio onubense su residencia de verano. Algo parecido ocurre en Benidorm, donde se ha instaurado una especie de 'carril para peatones' en su playa.

Se trata de una iniciativa que surgió con la pandemia, como medida de seguridad y prevención, pero que se ha mantenido en el tiempo. Esta localidad alicantina deja la primera línea de playa, la más cercana al mar, vacía de sombrillas, sillas, hamacas o toallas. Hace años era común ver gente al amanecer corriendo para plantar la sombrilla y reservar su sitio, algo que ahora parece haber desaparecido.

No todo el mundo está a favor de esta norma sin ley, ya que se trata de algo que no está regulado legalmente, tal y como confiesan fuentes municipales a ABC. "Esa línea de playa no está sujeta a ninguna normativa u ordenanza, se tuvo que habilitar con la premura de la pandemia y no se puede establecer una infracción, se trata de una especie de canales de entrada y salida para evacuación".

"Se ha conseguido concienciación, hay gente que lo respeta y gente que no, que esperan a que pase la patrulla de la Policía Local con el quad para quitarse, más que nada es una vía de paso", aseguran desde el consistorio alicantino en dicha información.

En cierta manera, simplemente se trata de una medida de sentido común y de civismo. Es verdad que no todo el mundo cumple con esta norma no escrita, pero la inmensa mayoría sí que la respeta. Viéndose en esa primera línea frente al mar a niños haciendo castillos de arena, a personas caminando o a algunas jugando a las palas, ya que la playa es mucho más que tostarse al sol.