La isla escondida en Andalucía que aguarda un castillo sobre el mar

En Andalucía se esconden distintos lugares que parece casi imposible descubrirlos todos. Se necesitaría más de una vida para recorrer todos los rincones tan espectaculares que hay en el sur de España. Su conexión con el mar es lo que la hace en parte especial y por ello uno de los destinos elegidos por miles y miles de turistas cada año, sobre todo en época de verano. Aun así, existen algunos secretos que todavía muy pocos conocen.

Frente a las costas de Cádiz se encuentra una isla que pocos conocen pero que en su día fue muy importante para el territorio español. Tanto es así que aguarda un impresionante castillo en su interior que parece casi haber salido directamente desde las profundidades del mar.

La Isla de Sancti Petri es una de las perlas que se encuentran en las costas gaditanas. Además, con una leyenda más que interesante. El Castillo de Sancti Petri se habla de que fue una de las construcciones más importantes de la antigüedad, conocido como el templo de Melqart-Hércules. Según cuentan, este lugar habría sido el elegido para que yacieran los restos de Hércules. Tal fue la importancia del lugar que algunos líderes como Aníbal o Julio César no dudaron en visitar esta isla, que algunos llaman incluso la Isla de Hércules.

Dicho castillo data del año 1610, formando parte del sistema de defensa que ideó durante su reinado Felipe II. Ubicado en la Bahía de Cádiz, se puede visitar durante todo el año, aunque la mayoría de los viajeros prefieren hacerlo en época de verano aprovechando el temporal y el buen clima.

Desde la Oficina de Turismo de la provincia de Cádiz destacan las distintas actividades que se pueden realizar a la hora de visitar este pequeño islote. Un paseo en barco al atardecer, espectáculos, conciertos, visitas guiadas y teatralizadas… todo ello para disfrutar de una experiencia única.

Hace unos veinte años el Tribunal Superior de Justicia Andaluz tomó la decisión de que el islote de Sancti Petri perteneciera a la localidad de San Fernando y se declaró que es ilegal construir cualquier tipo de propiedad para conservar más aún la majestuosidad del castillo, que ha sufrido diversas restauraciones desde el siglo pasado hasta nuestros días. Se trata de una isla de cuarenta mil metros cuadrados, un rincón asombroso y que sin duda merece la pena visitar cada vez que se tenga oportunidad. Este verano será la mejor oportunidad para hacerlo.