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La estrategia de Manu que deja a Rosa sorprendida en Pasapalabra

El concursante madrileño se está acercando cada vez más a llevarse el bote mientras que su rival parece mostrarse más nerviosa

La estrategia de Manu que deja a Rosa sorprendida en Pasapalabra
Manu en El Rosco - Atresmedia
Sergio EspinaSergio Espina 4 min lectura

La expectación que está generando el programa de Pasapalabra es enorme. El bote actual está cerca de sobrepasar los 1,5 millones de euros, acercándose cada vez más al récord de los 2,2 millones que se llevara hace algo más de un año Rafa Castaño. La agilidad y el carisma de Roberto Leal han hecho que este programa vuelva a resurgir en su nueva etapa en Antena 3. Después de todo lo que supuso el cambio de cadena, con una audiencia que ya estaba acostumbrada, sin duda este formato vuelve a causar sensaciones. Y lo hace actualmente con dos grandes concursantes que en cada programa intentan que el bote no sea aun mayor, es decir, que intentan llevarse el premio. Manu y Rosa están mostrando un nivel intelectual al alcance de los mejores concursantes que han pasado por el formato, protagonizando cada día luchas que se deciden por mínimos detalles.

Para ello es muy importante que consigan los máximos segundos posibles durante las pruebas anteriores. En cada semana son famosos diferentes quienes los acompañan, y durante esta, fueron Elena Rivera y Julio Salinas quienes trataron de ayudar a Manu. Además, ambos se mostraron muy serios cuando el madrileño tuvo que enfrentarse a la disputa por la silla azul, que siempre es peligrosa, y en la que puedes decir adiós antes de lo esperado. Y en esta última ocasión Manu aprovechó bien los segundos que sus compañeros y él consiguieron en las tres pruebas, mientras que Rosa se quedó un poco atrás.

Una estrategia inesperada

Lo más común de El Rosco, la prueba final del concurso es que los protagonistas comiencen haciendo varios aciertos, al menos un par de ellos. Sobre todo, porque las letras iniciales suelen ser definiciones menos complejas. Las más difíciles suelen ubicarse al final del abecedario, porque se suele tratar de apellidos de personajes históricos, de científicos, actores… Sin embargo, en esta ocasión Manu hizo justamente lo contrario. A pesar de comenzar él la prueba, al tener más segundos acumulados, el madrileño inició con un “pasapalabra” en la primera definición. Pero cualquiera diría que esto podría tratarse de una estrategia porque con los siguientes turnos cuajaría uno de los roscos más rápidos de su concurso, provocando los nervios de su rival. Un acierto, cuatro, cinco, y después ocho directamente para terminar casi en cuatro turnos la primera vuelta de El Rosco. Y aun tenía planteado más, cuando al llegar a los 21 aciertos, decidió plantarse.

Se trata de una dinámica que está repitiendo en algunos programas donde prefiere quedarse con los aciertos que tiene, y no arriesgarse a cometer algún fallo. Y a todo esto Rosa no fue capaz de seguirle el ritmo, y acabó cayendo en su juego. Se trata de una situación compleja porque cuando tu rival termina el tiempo, el otro concursante no tiene tiempo para pensar las palabras, es una tensión constante yendo de letra a letra. Y en se juego, Rosa se quedó con 19 aciertos y tres errores que la condenaron a jugársela en la silla azul