Elena Guerra3 min lecturaEl animalista Frank Cuesta ha publicado en su canal de YouTube un duro comunicado en el que reconoce que no es veterinario ni herpetólogo, aclarando que «tengo conocimientos que no son básicos sobre animales, pero tampoco son conocimientos profesionales».
Además, ha afirmado que «no tengo cáncer; llevo años tratándome de una mielodisplasia». La mielodisplasia engloba una serie de trastornos de la médula ósea en los que las células madre sanguíneas no maduran correctamente y que, en ocasiones, derivan en cánceres como la leucemia.
«Todos los animales que hay en el santuario han sido comprados; por lo tanto, podemos decir que es más una granja de animales que un santuario. Nunca he rescatado animales y todo ha sido parte de un show que poco a poco se me ha ido de las manos». Todo esto llega tras la acusación de un amigo de Frank, Chi, quien difundió unos audios en los que se podía escuchar a Cuesta hablando de envenenar perros y gatos para que no entraran en su santuario.
Tras esto, Frank ha querido disculparse públicamente y revelar la verdad: «Quiero disculparme públicamente con Chi y asumo completamente la responsabilidad del 'hate' que le cayó tras mi detención. Debo decir que he sido un personaje, y poco a poco se me ha ido de las manos debido a un grave problema de mitomanía y ego».
«En cuanto a mi detención, ninguna de las personas señaladas tiene que ver con ella. Tenía animales sin papeles legales en ese momento, y fue una denuncia anónima de una ciudadana tailandesa la que alertó a las autoridades», aclara Frank, quien también pide perdón a sus seguidores. «Asumo mi responsabilidad por haber engañado a todos y pido disculpas públicas por haberme aprovechado de tanta gente».
Frank Cuesta se hizo conocido por sus programas Frank de la jungla y Wild Frank, en los que viaja por el mundo para acercar a los espectadores a animales peligrosos y sus costumbres, intentando siempre inculcar el respeto hacia estas especies. Desde hace unos años, tras la detención de su exmujer en Tailandia, ha sido objeto de constantes cuestionamientos; hace unos meses, el 27 de febrero, fue detenido por posesión ilegal de animales protegidos en su santuario Libertad, una finca de 16 hectáreas que adquirió hace años y donde daba refugio a los animales.
La Policía allanó el santuario tras recibir un aviso mediante un correo electrónico en el que se afirmaba que un extranjero poseía animales salvajes protegidos sin permiso. Dentro de la propiedad, los agentes encontraron un total de diez animales de fauna silvestre protegida (nueve nutrias de uñas pequeñas y una pitón pico de pato), todos sin documentación oficial que acreditara su adquisición.