Es uno de los mejores
ejemplos en el mundo del fútbol de lo que se conoce popularmente como '
juguete roto'. Aspirante a sucesor de
Cristiano Ronaldo en el
Real Madrid, una grave lesión hace seis años y ocho meses durante un partido de
Champions acabó con la carrera de
Jesé Rodríguez, que nunca volvió a ser el mismo. Problemas personales, un evidente sobrepeso y alguna recaída no impidieron que el
PSG apostara por él en
2016, pagando
25 millones de euros que jamás amortizaría, con cesiones infructuosas a
Las Palmas, Stoke City, Real Betis (de las mejores, al final) y
Sporting Clube. Ahora, a sus
27 años, el canario afronta su última campaña del suculento contrato que firmó en tierras galas, con apenas 22 minutos oficiales a sus espaldas y muchas
dudas.
El atacante, que parece haber recapacitado en otros aspectos de su
vida privada, ha empezado a plantearse seriamente su
futuro. Todavía bastante joven para
reconducir su trayectoria, es consciente de que debe cuidar mucho sus próximos pasos para no hacer más profundo el hoyo en el que se metió y sí comenzar a respirar. Según 'Deportes Cuatro', Jesé tiene claro que la temporada 20/21 la jugará en
España, si es posible cerca de su tierra, por lo que todas las miradas apuntan a una U.D.
Las Palmas que difícilmente podría aspirar a un
caché de elite que tendrá que ser rebajado en cualquier caso, salvo apuesta inesperada por una Liga
exótica.
Dispuesto, según su entorno, a dar varios pasos atrás si fuera necesario, el isleño no descarta militar en
Segunda división, aunque le gustaría tener un hueco en una Liga Santander donde ha mostrado signos esperanzadores a las órdenes de Quique
Setién, que le mostró mucha confianza e, incluso, le ubicó como referencia arriba, no siempre con buenos resultados en lo que a
goles se refiere, si bien Jesé se ganó a la afición bética con su ímpetu, su
calidad, su potencia y sus
desmarques. Un retorno a Heliópolis se antoja complicado, aunque nada es imposible.