Ya avisó
Marc Domínguez a su llegada al banquillo del
Écija que la plantilla azulina contaba con alternativas en su fondo de armario para jugar de distintas maneras.
Juan Carlos Gómez dejó su sello llevando brillantemente a los astigitanos a
Segunda división B con su sistema fetiche: 1-3-4-1-2.
Los entrenadores reiteran que los sistemas son puntos de partida, que las distintas situaciones de partidos hacen que los equipos se adapten, aunque siempre hay una idea base. Cada maestrillo tiene su librillo... Y en el caso de
Marc Domínguez destaca la versatilidad que está impregnando al cuadro azulino. Cuatro onces, cuatro sistemas distintos.
En el debut ante el
Betis Deportivo ya señaló que apostó por el 1-4-3-3 para presionar la salida de balón del filial. Las novedades,
Escardó de interior y
Abraham en el extremo zurdo. Los ecijanos vencieron por 2-1 al cuadro nodriza bético.
La segunda victoria consecutiva llegó siete días después ante el
Lorca Deportiva. En esta ocasión, el técnico de
Girona puso en liza un 1-4-4-1-1. Reforzó el doble pivote con la entrada de
Jonathan, pasando
Moyita a la media punta.
De vuelta al
San Pablo, primer empate. El
Écija sumó un punto frente a la
Balompédica Linense con el sistema que, quizá, puede ser el más empleado por las características de la plantilla: 1-4-2-3-1. La gran novedad fue la titularidad de
Francis como extremo zurdo.
Y en el último encuentro, contra el
Extremadura, el potencial del conjunto de
Almendralejo condicionó el once.
Marc Domínguez dispuso un 1-3-4-2-1 en zona de inicio, para pasar a un 1-5-4-1 en repliegue en las acciones de ataque extremeñas. El resultado, derrota por 4-0.