Alvaro Arenillas3 min lecturaNuevo capítulo en el Caso Negreira. Según desvela El Confidencial, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que preside Luis Rubiales, tenía constancia desde junio de 2022 que la Fiscalía estaba investigando al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, por el pago de más de siete millones de euros por parte del Fútbol Club Barcelona.
Haciendo una cuenta sencilla, encontramos que la RFEF sabía que había una investigación abierta hace nueve meses, ya que ésta fue cuestionada directamente por el ministerio público respecto a los emolumentos percibidos por el antiguo colegiado.
Siendo exactos, la Federación recibió un requerimiento de información del Ministerio Público. Entre las cuestiones a aclarar estaba si el cargo de vicepresidente del estamento arbitral que depende de la RFEF permitía a Enríquez Negreira cobrar al mismo tiempo de un club sometido a su propia disciplina.
Como decíamos, por aquel entonces la Fiscalía ya sabía que el Barça había pagado más de 7 millones de euros. La Federación contesto a las dudas del Ministerio Público asegurando que no había "ninguna incompatibilidad" por razón de su cargo.
Aunque la contestación de la RFEF fue tajante, esta tardó dos semanas en llegar. El documento en el que se pedían respuestas lleva fecha de 9 de junio de 2022 e iba dirigido directamente a Luis Rubiales. La institución emitió su veredicto sobre tal cuestión el 23 de junio con apenas un folio que lleva la firma del actual presidente de los árbitros, Luis Medina Cantalejo.
La investigación de la Fiscalía no se ceñía en aquel momento únicamente a si era legal el dinero que Enríquez Negreira estaba recibiendo del Barcelona, sino que también se formularon preguntas sobre los cargos que Negreira había desempeñado y cuáles fueron los motivos de su cese definitivo en el año 2018.
Lo que más sorprende de la información que desvela el citado medio es que la Federación no viese entonces problema alguno –al menos así lo aparenta por la información de El Confidencial– y ahora, una vez que ha saltado el escándalo, incluso haya optado por personarse ante la Fiscalía para llegar al fondo del asunto.
Sea com fuere, la realidad es que la RFEF de Rubiales sabía desde hace casi un año que había una investigación en marcha y que esta apuntaba directamente al que había sido durante tanto tiempo vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.