Flick tiene en su mano la continuidad de Rashford en el Barça
El técnico azulgrana fue clave desde el primer contacto y ahora tendrá un papel decisivo en la continuidad del inglés, cuya adaptación ha sido mejor de lo esperado

La historia de Marcus Rashford y el FC Barcelona no empezó el día que aterrizó en El Prat, sino varios meses antes, con una llamada directa de Hansi Flick. Fue en mayo, cuando el Barça todavía trabajaba con otros nombres para reforzar el ataque, pero el técnico alemán ya había identificado al internacional inglés como una opción real si el mercado giraba en otra dirección.
Una llamada que lo cambió todo
En aquel momento, la prioridad deportiva del Barça era Nico Williams, con contactos avanzados entre Deco y el entorno del jugador. Luis Díaz también gustaba, aunque su fichaje era prácticamente imposible. Rashford estaba en segundo plano, pero Flick decidió anticiparse y explicar personalmente su idea.
El técnico fue claro con el jugador. Le explicó el proyecto, el contexto del equipo y el rol que tendría si acababa vistiendo de azulgrana. Rashford sabía que no llegaría como titular indiscutible y que tendría que ganarse los minutos desde un papel secundario. Aun así, su predisposición fue total. Vestir la camiseta del Barça era un objetivo que estaba por encima de todo.

El giro del mercado y una oportunidad inesperada
La renovación nocturna de Nico Williams con el Athletic cambió el escenario de golpe. El Barça se quedó sin su primera opción y activó definitivamente la vía Rashford, que por entonces se entrenaba al margen en Manchester tras quedar fuera de los planes de Rubén Amorim.
Las negociaciones avanzaron con rapidez. Las condiciones personales ya estaban encauzadas y el principal escollo era el reparto de la ficha con el United. El propio jugador dio un paso adelante y aceptó una rebaja cercana al 15% para facilitar el préstamo. El acuerdo incluía, además, una opción de compra a final de temporada en torno a los 30 millones de euros.
Adaptación exprés en un entorno nuevo
Rashford llegó a Barcelona con el tiempo justo, apenas entrenó un par de días antes de subirse al avión rumbo a la gira asiática. Era su primera experiencia lejos del fútbol inglés, un cambio radical tras varios años de estancamiento.
Su adaptación ha sido progresiva, tal y como había previsto Flick. Las circunstancias y las lesiones aceleraron su entrada en dinámica, pero el cuerpo técnico siempre tuvo claro que no debía exigírsele un rendimiento inmediato. Dentro del vestuario ha encontrado apoyos clave y se ha integrado con naturalidad, algo que ha sorprendido gratamente al club.
La decisión final, en manos de Flick
La figura de Hansi Flick vuelve a ser central. El técnico no solo fue decisivo para que Rashford llegara al Barça, sino que también será clave a la hora de decidir si se ejecuta la opción de compra. El feedback entre ambos es muy positivo y el club valora su rendimiento y su actitud.
La evaluación definitiva llegará entre febrero y mayo, pero lo que en verano parecía una apuesta complicada hoy se percibe como una oportunidad real. Los 30 millones ya no parecen una barrera insalvable.