Aitor Ruibal, ni un paso atrás: "Yo no soy gay, pero, si lo fuese, ¿qué pasa? No pasa nada"
Amante de la moda, de innovar y de transgredir, el capitán verdiblanco lamenta que no haya cambiado casi nada: "El fútbol está tan masculinizado que ver algo diferente llama la atención"

Hace ya más de dos años de aquella polémica absurda que, de forma cíclica, persigue a sus protagonistas. Algo más a Borja Iglesias, de nuevo en el candelero por la nueva llamada de la selección absoluta y su gran racha anotadora con el RC Celta. Activo en redes como pocos, el delantero gallego todavía lidia con los 'haters' por sus vídeos humorísticos con su novia y otro creador de contenido (metió un gol ante las críticas de que compartía pareja 'acostándose' con él en un sketch), pero, por encima de todo, por sumarse a la moda de los hombres que se pintan las uñas, detalle estético reservado para las mentes más clásicas sólo a las mujeres. Aitor Ruibal, amigo íntimo del 'Panda' y de su todavía compañero Héctor Bellerín, siempre ha sido ecléctico, 'fashion lover' y, en el más amplio sentido de la palabra, diferente. Para vestir, para expresarse. Seguramente más desde que compartió vestuario con el gallego y con el ex del Arsenal, pero la personalidad del de Sallent de Llobregat es intrínseca.
La fotografía de marras, con un look poco acostumbrado en las bodas, junto a Borja Iglesias y otros compañeros (Víctor Ruiz, Víctor Camarasa -el que la compartió en sus redes inocentemente- y Juanmi Jiménez, concretamente) dio la vuelta a España y casi que al mundo. Y no por el traje blanco del catalán o la ausencia de corbata de él y el santiagués, sino por que ambos portaban un bolso. De marca y carísimo, por cierto. Éste ha sido el tema principal, al menos, del extracto de la entrevista del '24' con 'Jugones' de La Sexta, donde el capitán heliopolitano se lamentaba de los problemas que sigue habiendo en su profesión para hablar de ciertos temas como la sexualidad: "Hay mucha gente que tiene miedo a ser como es, pues dice 'soy futbolista y se va a hablar de mí'. El fútbol está tan masculinizado que ver algo diferente llama la atención. Yo no soy gay, pero, si lo fuese, ¿qué pasa? No pasa nada. Al final sentirse a gusto con uno mismo".
El hecho causante, que diría aquél, fue el enlace matrimonial de Eneko Angulo, readaptador del Real Betis, en una hacienda muy conocida de Dos Hermanas. En el evento, lógicamente, estaba la pareja de Aitor y madre de su hijo, Anabel, que compartió otras imágenes ese día de junio de 2023 sin dar mayor importancia a lo que tanta censura (casposa y homófoba) generó. "Mi mujer me apoya en todo. Ella fue la primera que me pintó las uñas. Yo me las pintaría todos los días, dependiendo del color que llevara el pelo. Se nos critica por ser naturales. ¿Y qué hago, si así soy yo?", sentencia Ruibal, quien, a sus 29 años, es uno de los más longevos del plantel de Pellegrini, al que promocionó en julio de 2020 y con el que tiene contrato hasta 2028. También uno de los capitanes y una voz autorizada.
Los mil 'looks' de Aitor Ruibal
El más llamativo, seguramente, fue el pelo multicolor de la final de la Conference League ante el Chelsea (que en realidad llevaba ya en la tristemente famosa foto de la boda), aunque también se lo tiñó de verdiblanco, de color ceniza, muchas veces rubio. Más joven, acostumbraba a tintárselo, aunque con tupé. Ahora, por lo general, lo lleva corto, rapado al uno o casi al cero. Y, en lo que a la moda se refiere, muy a su aire, con 'outfits' más formales y otros más 'casual'. Sus redes sociales son testigos de ese afán por innovar, por ser diferente, pero también por sentirse él mismo en todo momento. Con alguna metedura de pata, como todos, faltaría más. Pero con la integridad por bandera. Innegociable, como el esfuerzo en el campo.



