El día que Abde casi tira la toalla

La llamada de Ramón Planes cambió la vida de Abdessamad Ezzalzouli. Nacido al sur de Marruecos y criado en uno de los barrios más pobres de España, nunca se separaba de la pelota y estudiaba vídeos de Neymar sin pensar que podría cumplir sus sueños. A su primer club llegó con 16 años y con 20 estaba jugando un Mundial

Aitor TorviscoAitor Torvisco 8 min lectura

'Hype interruptus' en Heliópolis. En el seno de la afición del Real Betis causó una ilusión desmedida el fichaje de Ez Abde con el que Ramón Planes puso la guinda a un más que notable mercado estival de fichajes a falta de sólo cinco minutos para el cierre del mismo. Al día siguente, el extremo marroquí aterrizó en Sevilla, completó los últimos trámites de su fichaje por cinco temporadas y vivió por primera vez el ambientazo del Benito Villamarín sintiéndose parte de la familia verdiblanca, pero fue un visto y no visto. Estuvo sentado en el palco, junto al director deportivo -su padre futbolístico- y el CEO Ramón Alarcón, festejó la victoria ante el Rayo Vallecano... y con las mismas se fue, ya que debía acudir a la llamada de su selección sin tiempo para nada, ni siquiera para enfundarse el escudo de las trece barras.

Abde posó sonriente para los medios del club junto al escudo del Betis, pero no ha podido ponerse aún a las órdenes de Manuel Pellegrini y tampoco se le ha podido ver ni escuchar valorar su fichaje más allá de aquella breve declaración con sus primeras palabras nada más hacerse oficial su incorporación. El beticismo está encantadísimo con su 'nuevo juguete', pero aún no ha podido divertirse con él ni conocer más detalles sobre el nuevo dorsal '7'. En este sentido, para ir abriendo boca hasta su regreso tras el parón, resulta oportuno rescatar cómo fueron los orígenes de este futbolista marroquí de sólo 21 años que llegó a España con cuatro años, que pedía dinero a su padre para bajar a un locutorio y buscar por internet 'trucos' de Neymar que luego reproducía en las 'pachangas' de calle con sus amigos y cómo fueron sus desagradecidos inicios en el fútbol, llegando a estar muy cerca de tirar la toalla antes de que Ramón Planes se cruzase en su vida para ofrecerle la oportunidad de cumplir su sueño.

Como él mismo explicó en un bonito reportaje emitido hace sólo unos meses por el canal #Vamos de Movistar+, Abde nació un 17 de diciembre de 2001 en la localidad de Beni Melal, llegó a España en 2005, a un barrio deprimido por el que siempre correteaba junto a una pelota de fútbol, aunque nunca pensó que podría dedicarse a esto y hacer realidad todos sus sueños: "A veces estoy en mi casa tumbado en el sofá o en la cama o jugando a la 'Play' y digo. 'Es que aún no me lo creo. Con 16 años estaba jugando en el equipo de mi barrio y sólo cuatro años después estaba en el primer equipo del Barça. Sigo sin creérmelo", explicaba por las calles de Pamplona -estaba cedido en CA Osasuna-, a pocos días de jugar su primer Mundial.

Los 50 céntimos mejor invertidos

"Me llamo Abdessamad Ezzalzouli, pero me gusta que me llamen Abde. Nací en Beni Melal, una ciudad al sur de Marruecos; pero mi padre buscaba una vida mejor y a los cuatro años nos subimos a España. A Elche, a Carrús -uno de los barrios más pobres del país-. Es un barrio donde conviven distintas nacionalidades y etnias. Humilde, pero normal", explica sobre sus orígenes y una infancia en la que siempre estaba pegado a un balón de fútbol. "Comía y bajaba al parque a jugar. Estaba todo el día con la pelota. A veces venían las señoras 'Oye, que aquí no se puede jugar al fútbol' y te daban el tirón de orejas". No le hicieron desistir. Cuando no estaba jugando al fútbol, estaba viendo fútbol y aprendiendo los trucos de su ídolo.

"Había un locutorio debajo de mi casa y por 50 céntimos podías estar media hora en internet. Yo le pedía los 50 céntimos a mi padre y si no me los daba se los robaba (risas) para irme a ver vídeos de Neymar. Luego me iba al parque y se lo hacía a mis colegas", explica con su cara reflejando aún la ilusión de aquel niño. Pese a ello, nunca creyó que pudiese llegar a ser futbolista profesional. No estuvo en ningún club de cantera, su escuela fue la calle y empezó en esto algo tarde. "Con 16 años me metí en el equipo de mi barrio, que se llamaba Promesas Carrús, pero más que nada era por no estar parado, por echar la tarde", relata entre sonrisas que siguen delatando incredulidad sobre la rápido que se encadenaron los acontecimientos y rememorando que no veía opciones de éxito.

La llamada de Planes cambió su vida

"A lo largo del año me llega el entrenador y me dice 'Si te lo tomas un poco en serio podrás llegar a algo'. Llegué a la cantera del Hércules CF, pero dudaba de mí mismo. Me pasé dos o tres meses sin jugar ni un minuto y pensé muchas veces en tirar la toalla; pero tenía a mi alredor a mucha gente que me decía que tenía que ser fuerte mentalmente y entrenar mucho más hasta lograr lo que quería". Así, Abde logró despuntar en los escalafones inferiores del conjunto alicantino y llamar la atención de Ramón Planes, en ese momento secretario técnico del Barça.

"Estábamos todo muy nerviosos hasta que recibimos una llamada que nos decía que hiciéramos las maletas para subirnos a Barcelona. (Suspira) Estaba como un loco. Desde pequeño he sido del Barça, quería ser jugador del Barça y al final, con trabajo, lo logré", recuerda sobre su llegada a la Ciudad Condal. Era para jugar en Primera RFEF con el Barça B, pero (aunque luego regresó al filial) las circunstancias le hicieron dar el salto y pasar gran parte de la temporada en el primer equipo.

"Hace dos años estaba sentado en el sofá con mi hermano y me dijo 'En dos años, a jugar el Mundial'. Le dije que estaba loco. Lo de jugar con tu país en un Mundial es pasarse el juego. Abde nunca se rinde", remarcó la nueva estrella del Betis, que está deseando poder disfrutar de su habilidad para hacer lo que siempre le han pedido: encarar y regatear.

Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram