Se escapa un ingreso millonario del Betis en verano

La cesión al Racing del canterano alimentaba las esperanzas verdiblancas al contar con un elevado porcentaje de su pase, pero la falta de protagonismo lo complica

Se escapa un ingreso millonario del Betis en verano
El canterano bético, en un entrenamiento del Racing. - roberg_10

En el seno del Betis hay muchas esperanzas depositadas en hacer caja con futbolistas que en los últimos mercados abandonaron el Benito Villamarín y de los que conservó un elevado tanto por ciento de su pase de cara a una futura venta, como puede ser los casos de Assane Diao (20%), Juan Cruz (40%), Ismael Sierra (45%), Abner Vinicius (30%) o Paul Akouokou (30%).

Una lista en la que también se encuentra el extremeño Rober González, pues el Betis se reservó un 40% cuando el verano pasado se firmó su traspaso al Nec Nimega neerlandés tras rendir a un alto nivel en la Eredivisie y alcanzar la final copera.

En este sentido, en Heliópolis se esperaba que se consolidara en los Países Bajos de cara a un traspaso que le generara pingües beneficios, pero la realidad es que el extremo derecho, tras un magnífico comienzo, con dos tantos, perdió fuelle y peso en el Nimega, hasta el punto de que todas las partes decidieron que lo mejor era una cesión en enero, que le permitía a Rober volver a España, para militar en el Racing de Santander, que está metido de lleno en la lucha por el ascenso.

Un magnífico escaparate que incrementaba las expectativas del Betis de que se revalorizara de cara a una venta que le beneficiara, pero la realidad es que por ahora no está cerca de Heliópolis hacer negocio con el emeritense. Y es que su llegada generó ilusión después de sus 10 goles y seis asistencias la campaña pasada y empezó como titular, acumulando minutos, pero sin aportar en el capítulo numérico, sin tantos ni labor como asistente.

Así, a partir de la segunda mitad de marzo, su presencia decreció considerablemente y no ha vuelto a ser titular, sumando un máximo de media hora sobre el terreno de juego, siendo, eso sí, un cambio habitual en el cuadro cántabro.

Esta falta de protagonismo a nivel práctico complica sobremanera que este verano se produzca una operación con el extremeño que deje caja en el Benito Villamarín a menos que en la recta final del campeonato ostente un rol principal, lo que parece poco probable a tenor de que no se le considera a día de hoy como un primer espada en el once santanderino.

En cualquier caso, en el Betis permanecen muy pendientes de la evolución del futbolista criado en la cantera heliopolitana, que, a sus 24 años, todavía tiene mucho recorrido por delante.