La eterna etiqueta de Bellerín: "A veces es pesado..."

Héctor Bellerín ha participado esta semana en el programa 'El món a RAC1' con Jordi Basté, donde ha reflexionado sobre su reciente catalogación como futbolista diferente. "A veces es pesado. Es una etiqueta que te ponen, pero yo sólo soy futbolista en el campo; cuando salgo soy una persona normal. Con el tiempo me he trabajado la libertad. He cambiado mucho mi forma de pensar. Antes era muy consumista y, ahora, ya no. Tenía mucho dinero y quería vivir en un ático en el centro de Londres y tener un coche. Hasta que llegó un día que dije '¿Qué estoy haciendo?'. Nos meten en vena que la felicidad se compra y, cuando tienes ese ático y ese coche, ves que no. Ahora soy mucho más sencillo y no necesito mucho para vivir. Las cosas que me hacen feliz son las que no valen dinero”, explica el lateral derecho del Real Betis, que recuerda su año sabático sin redes sociales.

"No hay una manera sana de relacionarse con las RR.SS. Es antinatural que millones de personas te puedan decir de todo; se crea una percepción que no es real. Durante ese tiempo, todas las interacciones que tenía eran buenas. Todas. De gente del Betis, del Sevilla, del Barça o del Real Madrid. Por tanto, la realidad es totalmente diferente a lo que se vive en las redes. No estamos hechos para ello. Sienten la necesidad de hacértelo saber, pero, por suerte, a mí las críticas me afectan poco", asevera el badalonés, que ha tenido que escuchar de todo, también como verdiblanco, desde la euforia inicial por su empeño en regresar hasta el desencanto en algunos seguidores por la exagerada convalecencia de una contusión que sufrió en San Mamés y que, sin explicaciones suficientes ni partes médicos, le ha tenido cuatro meses sin ir convocado y cinco y medio sin jugar.

Para terminar su reflexión sobre la vida actual en España, se tomó un momento Bellerín para expresar su visión en clave política, lo que le ha granjeado muchas críticas, con el peligro que intuye de que la extrema derecha acceda a los puestos de poder en las administraciones: "Hemos avanzado en muchas cosas, pero hay aspectos en los que estamos peor. Se han conseguido muchos derechos, pero tú vas a ver un partido de tenis y no insultan a nadie; vas a ver un partido de baloncesto y puede que lo haga alguno, pero son pocos. Sin embargo, el fútbol es el único deporte, o uno de los únicos, en el que, una vez entras en el estadio, es como si no hubiera reglas. La gente se insulta, se pega, se llaman animaladas... Y no pasa nada". Otra de las reivindicaciones de Héctor, la que se refería a la igualdad salarial entre futbolistas masculinos y femeninos, se volvió contra él como un bumerán.