Villa Gómez4 min lecturaNo andan demasiado contentos los béticos en general con Hummel. Si el verano pasado hubo una aprobación masiva a los diseños presentados por la firma danesa en su regreso como espónsor técnico del Real Betis, tras una recordada primera etapa entre 1987 y 1990, la primera equipación para la temporada 23/24, desvelada por sorpresa el pasado 2 de junio, acumula más detractores que partidarios al predominar el color blanco sobre el verde. Ya se sabe en Sevilla lo importante que son los colores a la hora de refrendar la identidad de cada uno de los dos grandes clubes, aunque últimamente las grandes marcas de ropa deportiva apuestan por la transversalidad, por transgredir, por ejemplo, vistiendo al Barcelona de un gris claro que, si no recuerda al eterno rival madridista, al menos es una insinuación sospechosa. En el caso heliopolitano, las alusiones a las vestimentas más recientes del Córdoba CF no se han hecho esperar, si bien, como ocurre por lo general, las grandes ventas solaparan la polémica.
En abril se filtró el retorno a las calzonas clásicas y que la segunda y la tercera indumentarias serían más sobrias, con el verde oscuro y el negro como grandes protagonistas, aunque los últimos rumores en este sentido han vuelto a sentar mal al beticismo en las redes sociales. Y es que lo único que molesta más que una camiseta fea es una camiseta copiada, reciclada del catálogo. Al ser el primer club de la elite del fútbol español (ahora serán dos tras el ascenso de la UD Las Palmas) que lucía el logo de la empresa afincada en Aarhus, se deslizó tras el compromiso por cinco años que en La Palmera disfrutarían de modelos originales, especialmente bosquejados por los responsables de Hummel, aunque el usuario de Twitter @primebetis ha difundido una fotografía, descartado el montaje, en la que se aprecia una equipación multicolor colgada en una percha con el escudo del Betis y la nomenclatura completa en el cuello.
Una camiseta poco o nada original, pues los dos representantes de la firma nórdica en Segunda en la 22/23, Tenerife y el citado conjunto grancanario, vistieron así a sus porteros, un calco que no ha gustado a los seguidores verdiblancos, que comienzan a acumular piedras en la balanza del descrédito y cruzan los dedos para que este boceto de tonos arcoiris sobre fondo negro no sea una de las que usen Claudio Bravo y Rui Silva a lo largo de la 23/24. Además, confían en que haya mayor tino en la segunda y la tercera vestimenta de la institución de La Palmera para compensar que la primera, siempre la más comprada en las tiendas oficiales, no ha colmado todas las expectativas. Para futuros ejercicios, Hummel estaría preparando varios homenajes a la historia bética.
