Antonio José Medina4 min lecturaAndrés Guardado anunciaba hace unos días su adiós definitivo a la selección mexicana. Lo hacía poco después que se diera por hecha su renovación con el Real Betis por un año más. Manuel Pellegrini había intercedido para que el centrocampista mexicano y su compatriota Claudio Bravo se mantuvieran en el plantel y pusieran la nota de veteranía tras la retirada de Joaquín.
El mediocentro bético jugará así hasta los 37 años en Sevilla y se convertirá en el extranjero con más partidos como bético en todas las competiciones. Un hecho histórico poco esperado cuando llegó con casi 31 años procedente del PSV Eindhoven.
Su continuidad llega en un momento en el que estaba en la órbita de algún club de su país y, sobre todo, de clubes de la MLS norteamericana. No obstante, la idea de Guardado era aguantar al máximo en el fútbol de primer nivel. Algo que ha logrado con su renovación. Pero también ve muy claro cuándo será el final y le pone fecha: 2024.
"Creo que me queda un año más al máximo nivel. Terminar a los 37 sería increíble. Ya son seis años y voy por el séptimo. Me encanta competir al máximo nivel y por eso me he quedado aquí, para demostrar que no estoy en declive, todavía tengo mucho que ofrecer. Llegué al Betis al inicio de un nuevo proyecto, nos clasificamos para la competición europea y ganamos la Copa del Rey. Lo más bonito que he vivido en el fútbol”, asegura en una entrevista para Diarios de Bicicleta, en la que frena la euforia con la que veía su futuro a principios de año, cuando en la televisión oficial del club dejó caer que se veía para estar dos años más como verdiblanco.
Pese a todo, nada hace indicar que le quede tan poco. Aunque la teórica pareja de centrocampistas titulares en el Betis la forman Guido Rodríguez y William Carvalho, el mexicano ya ha participado en 32 partidos en la presente temporada y no sólo es importante en el vestuario sino sobre el campo.
A lo largo de su extensa carrera, Guardado ha pasado en Europa por el Depor, el Valencia, el Bayer Leverkusen y el PSV, aunque estuvo muy cerca de hacerlo en otro aun más conocido: el Real Madrid. No es la primera vez que lo cuenta, pero tampoco habla mucho de esa posibilidad que le llegó cuando era una joven promesa y jugaba de carrilero izquierdo. "Me querían -el Real Madrid- para el Castilla. Estaban buscando un prospecto para reemplazar a Roberto Carlos. Nos reunimos con ejecutivos de Atlas en las oficinas del club, Rubén Omar Romano (el director técnico), los ejecutivos y me mostraron la oferta. Les pedí que no me quitaran esta oportunidad, pero la oferta de préstamo era demasiado baja para que la aceptaran”, admite el hoy futbolista verdiblanco.
En estos años ha jugado muchos partidos ante los blancos, casi coincidiendo con su llegada, el Madrid se hizo con otra joven promesa americana, Marcelo, que acabaría haciéndose el dueño de esa banda durante los tres lustros siguientes.