Nueve infiltrados en Razgrad: "Sabemos que tenemos que ir más callados"
Un grupo de estudiantes de Erasmus en Nápoles y Salerno han conseguido entradas para el Ludogorets-Betis pese a la sanción existente, que ha impedido al club heliopolitano venderlas oficialmente

"Estoy de Erasmus en Nápoles y, con mis compañeros de piso, miramos la opción de viajar a Bulgaria para ver al Real Betis. Vimos que era bastante barato y dimos con un trayecto hasta Bucarest para ir luego por carretera hasta Razgrad, que hay dos horas y media en coche. Lo más difícil era conseguir la entrada, porque miramos en la web del club y todo estaba en búlgaro; no entendíamos nada, pero a través de unos colegas nos llegó un enlace directo y las adquirimos a buen precio. A 10 euros en Fondo. Las había a siete, pero eran en la zona de los ultras locales y allí no nos queríamos meter. Así que las pillamos del tirón y ya salimos el miércoles", cuenta al querido Mateo González en 'Alfinaldelapalmera' uno de los nueve infiltrados béticos este jueves en el Huvepharma Arena, utrerano de 21 años y estudiante de Derecho y ADE en la Universidad Federico II de la capital partenopea.

"Al final vamos nueve. Somos cuatro desde Nápoles. Mis amigos Fernando Mayor, Sergio Fernández y Hugo Silva; luego, vienen otros cinco más desde Salerno. Vamos por nuestra cuenta y queremos pasarlo bien. Nos hemos buscado la vida para ver al Betis. Sabíamos que del Betis siempre iba a ir gente, pero esta vez vimos que era más difícil... y allí estaremos. Queremos ir tranquilos, pues sabemos que tenemos que ir más callados. La camiseta la llevaremos puesta, pero con los chaquetones no se verá. Con las bufandas y banderas ya veremos qué hacemos, si las llevamos guardadas o las mostramos, según el ambiente que haya, añade Jesús Montoya, ilusionado en la distancia: "Este año pinta muy bien. Es difícil entrar en la Champions, pero vamos a pelearlo. En Europa seguramente haber llegado a la final de la Conference nos puede ayudar a romper la barrera psicológica que teníamos y llegar más lejos".
Este socio de la esquina de Fondo con el Gol Norte del Benito Villamarín estuvo en la final de Breslavia y en otros desplazamientos verdiblancos, aunque esta vez hará un esfuerzo para burlar las barreras que suponen la sanción de la UEFA, cifrada en 30.000 euros y la prohibición de vender entradas para la grada visitante (por aforo, le corresponderían alrededor de 500, aunque en 2022 fueron poco más de 200), tras los incidentes ocurridos en el Estadio Artemio Franchi en el partido de vuelta de las semifinales de la UECL 24/25 ante la Fiorentina, castigo recurrido sin suerte por los servicios jurídicos béticos, cuya reclamación fue desestimada a finales de agosto.
