Pellegrini explica la bronca, lamenta la actitud y justifica su planteamiento

Manuel Pellegrini no pudo esconder su contrariedad por la goleada sufrida en el Riyadh Air Metropolitano, porque es consciente que las derrotas, y menos de esa índole, nunca ayudan moralmente de cara a las grandes citas, si bien quiso destacar las circunstancias en las que se produjo, con el equipo inmerso en la máxima exigencia en la recta final del curso.

"La mejor manera de llegar a una final siempre es ganando. También es mu difícil mantener el ritmo cuando no juegas por nada. Tenemos diez días para recuperar la parte futbolística y definir el equipo para afrontar esa final e intentar ganarla", explicó el técnico chileno, que fue cuestionado sobre si se arrepiente de haber dejado fuera de inicio a sus futbolistas más importantes, casos de Isco, Antony o el 'Cucho' Fernández.

Explica el once elegido

"Creemos que la mejor manera de dosificar al plantel era esa tras un partido largo como el del jueves. Queríamos poner ese equipo y hacer cambios luego", apuntó el 'Ingeniero', que lamentó la pobre imagen ofrecida por el equipo en la primera media hora de partido:"Perdimos 30 minutos del primer tiempo en los que no pasamos de la mitad del campo. El Atlético no presionaba, pero era peligroso a la contra. Intentamos no tener la mente en la final, pero como los rivales directos han ido ganando, eso ha ido desmotivando y haciendo que pensemos en al final, como se ha reflejado".

En este sentido, destacó la mejoría experimentada con la entrada de sus puntales en el terreno de juego: "Ya en los últimos minutos del primer tiempo fuimos mejorando y avisando con alguna aproximación. Y con la llegada de esos jugadores mejoramos un poco más".

Una mejoría a la que contribuyó activamente la gran bronca que Pellegrini le echó a los suyos en la pausa de hidratación. "¡Vamos a despertar, carajo! No le echemos la culpa al de al lado. ¿A qué estamos jugando, carajo?", espetó durante la reprimenda el entrenador bético, que en la rueda de prensa señaló que era indispensable darle un tirón de orejas al equipo para que espabilara ante el vendaval ofensivo de los colchoneros. "Había que estar enfadado para que reaccionara el equipo", apuntó Pellegrini, que no escondió que, por una cosa u otra, tuvieron la mente, pues en la final del 28 de mayo y que les lastró considerablemente en su visita al Riyadh Air Metropolitano de este domingo.