Instalado en el mejor momento de la temporada y con un estado de confianza total, el Real Betis afronta este jueves ante la Jagiellonia la ida de los cuartos de final de una Conference League en la que ha depositadas muchas ilusiones. A las puertas de las primeras semifinales de la historia verdiblanca, Manuel Pellegrini ha pasado por sala de prensa y ha hecho hincapié en rebajar la euforia, advirtiendo no sólo de la peligrosidad del conjunto polaco, sino de lo osado que resulta pensar en una final cuando todavía no se ha alcanzado siquiera el penúltimo escalón.
"Me alegra mucho que se hayan vendido tantas entradas porque es un parrido complicado. No hay rivales fáciles, como ya se vio en la primera fase. Tenemos que entrar con la mentalidad de hacer un buen partido si queremos lograr un buen resultado para logar las semifinales. Estamos en un buen momento y hay que demostrarlo con hechos dentro del campo. Si el Jagiellonia está en esta ronda es porque se lo ha ganado en el campo. Es el campeón de la liga polaca y este año está peleando también por ella. Hay que tener el convencimiento de dar el máximo para ganar aquí y definir luego en la vuelta. ¿Si influirá el partido del Villarreal? Se tiene en cuenta tratando de no tenerlo en cuenta", alertó el técnico chileno, que no se desvió un ápice de su discurso pese al gran estado de forma por el que atraviesa su equipo.
"Me alegro de estar en este momento, sobre todo por la afición, pero mantengo siempre que lo se ha hecho atrás no sirve para mañana. Sólo hay que pensar en vencer para dar un paso más, no se puede pensar en jugar la final. Hay que ir paso a paso. En LaLiga igual, podemos ganar o perder el domingo con el Villarreal, pero luego quedarán 21 puntos para ver hasta dónde podemos llegar. La ilusión hay que mantenerla siempre, pero sin dejarse llevar nunca por las emociones", explicó, sin querer hacer tampoco comparaciones con la campaña 21/22, en la que se conquistó la Copa del Rey, y pasando también de puntillas por las medidas del club para buscar un gran ambiente este jueves en el Benito Villamarín: "Los ambientes son siempre distintos, quedan pocos jugadores de ese momento. Lo que intentamos es tener otro logro importante, pero pensando partido a partido. Para mí fue mucho más importante sentir cómo estaba el grupo después de caer ante el Celta. Yo veía al grupo entero y esa confianza en el trabajo nos permite estar en este paso intermedio, ahora nos falta rematarlo en el tramo final. Toda motivación es importante, pero hemos mantenido la ambición y haciéndola crecer partido a partido, en busca de esos logros que todos esperamos".
En este sentido, el 'Ingeniero' apuntó a esa confianza en sí mismos como la clave para el resurgir verdiblanco. "Tuvimos la peor primera vuelta desde que llegué, pero sólo por un punto de diferencia. En ese momento teníamos 8 o 9 lesionados y estábamos convencido de que podíamos seguir aspirando a estar en Europa. Ahora hemos ganado cinco seguidos y eso nos da opciones de Champions, aunque hay mucho que pelear aún. La clave ha sido el convencimiento que teníamos en nuestra forma de jugar, por supuesto con rendimientos individuales altos, lo que nos permite luchar por cosas importantes. Hay que centrarse en el partido de mañana. Todo el mundo habla de una final, pero antes hay que pasar a la semifinal. Luego pensaremos en el Villarreal, pero no hay que mirar al futuro, sino centrarse en el presente para demostrar que podemos seguir peleando en ambos frentes", insistió.
De este modo, Pellegrini rehusó también elegir entre la Champions y la Conference League, aunque recalcó lo importante que sería disputar la máxima competición continental. "He tenido la suerte de jugar ocho o nueve veces la Champions y es un torneo de otra magnitud, siempre es un lujo. Pero hay que pensar en dar pasos adelante partido tras partido, porque luego si no se logra es una frustración. Hay que seguir peleando para intentar conseguirlo, que sería algo muy bueno también a nivel económico", sentenció.