Jagiellonia Bialystok
Betis
Justo cuando por fin la enfermería del Real Betis se había vaciado, después de muchos meses a rebosar de pacientes, se ha vuelto a llenar en un abrir y cerrar de ojos. En cadena, Manuel Pellegrini no ha parado de recibir malas noticias en siete días en los que se ha quedado sin el Chimy Ávila, lesionado durante el partido de ida de la eliminatoria ante el Jagiellonia Bialystok; sin Diego Llorente, que fue retirado en camilla en el choque liguero ante el Villarreal CF del pasado domingo y este mismo Jueves Santo ha pasado por el quirófano con un pronóstico de no menos de cuatro meses sin jugar; y sin Marc Roca, que también será operado en los próximos días por culpa de una dolencia crónica en el tobillo que le ha seguido mermando antes, durante y después de esa fractura en un dedo del pie que le ha tenido parado hace dos meses. Por si fuera poco con todo ello, Ricardo Rodríguez ha sentido un pinchazo muscular en tierras polacas, se ha echado al césped y deja la defensa heliopolitana bajo mínimos. Como mínimo, a la espera de pruebas, se pierde el duelo liguero del próximo lunes en Girona.
Cuando sólo se habían consumido 23 minutos del duelo de vuelta de los cuartos de final de la UEFA Conference League, el internacional suizo se ha echado la mano a la parte posterior del muslo de su pierna izquierda. En un primer momento, ha intentado esperar a que el balón saliese para solicitar el cambio; pero su rostro reflejaba que la sustitución era urgente. Viendo el panorama, desde el banquillo saltaron compañeros con sobrada experiencia (Isco, Adrián...) acosejándole que se echase sobre el terreno de juego para que el árbitro parase el juego y, de paso, la asistencia médica diese algo de margen a Romain Perraud para calentar mínimamente.
A falta de pruebas médicas que determinen con exactitud el alcance de la dolencia que sufre Ricardo Rodríguez, su previsible baja para, como mínimo, una gran parte de este tramo final de curso es un handicap añadido para Pellegrini. Sólo tenía tres centrales y se ha quedado sin Diego Llorente, así como ha perdido a dos posibles recambios en el eje de la zaga: el pivote Marc Roca y el propio jugador helvético, que a lo largo de su carrera deportiva ha actuado en muchas ocasiones como central o como marcador en líneas de cinco jugadores. Ahora, además de corto de efectivos en el centro de la defensa, también se queda con lo puesto en el perfil zurdo.
No le quedará más remedio al entrenador chileno que seguir tirando de la cantera y polivalencia. Este Jueves Santo, en tierras polacas, tenía en el banquillo a Nobel Mendy y se espera que en las próximas semanas vuelva a ser llamado Sergio Arribas, central y lateral zurdo que debutó con el primer equipo rindiendo a gran nivel en el partido ante el RCD Mallorca del pasado 25 de enero. Lo mismo con Rudy Kohon. Asimismo, es de esperar que el polivalente Youssouf Sabaly tenga que cambiarse de banda en más de un encuentro, dejando el carril del '2' a Héctor Bellerín o Aitor Ruibal. Éste último, además, era uno de los apercibidos de cara a la ida de semifinales, como también Natan de Souza e Isco Alarcón. Ninguno de los tres fue amonestado y estarán disponibles para intentar seguir haciendo historia ante la Fiorentina.