Álvaro Rodríguez encara su regreso a Getafe en plena racha goleadora: "Aprendí mucho, fue un año bonito"

Álvaro Rodríguez vuelve al Coliseum después de un curso intenso a las órdenes de José Bordalás y lo hace impulsado por dos jornadas consecutivas viendo portería ante la Real Sociedad y el Real Madrid

Álvaro Rodríguez encara su regreso a Getafe en plena racha goleadora: "Aprendí mucho, fue un año bonito"
Álvaro Rodríguez encara su regreso a Getafe en plena racha goleadora: "Aprendí mucho, fue un año bonito" - Álvaro Rodríguez

Álvaro Rodríguez afronta su regreso a Getafe en un momento especialmente significativo. El delantero del Elche aterriza en el Coliseum con la confianza disparada tras encadenar dos partidos marcando y después de firmar ante el Real Madrid un auténtico golazo. Ese impulso llega justo antes de medirse a un equipo en el que vivió un año de aprendizaje constante y emociones intensas.

El delantero, nacido en Palamós en 2004, militó la temporada pasada en el Getafe, donde alternó momentos de participación con otros de escasa presencia en el once. Su etapa tuvo curvas pronunciadas: disputó 22 encuentros de Liga, solo siete desde el inicio, y terminó aquel curso con dos goles, la misma cifra que acumula ahora con el Elche. Para él, aquel periodo supuso un proceso de formación que valora desde la distancia.

El choque de este viernes tendrá un matiz emocional porque fue allí donde convivió con un tipo de fútbol muy definido y con una exigencia que marcó su progreso. Ese recorrido incluyó días de protagonismo limitado y escenas que tuvieron amplia repercusión, como cuando participó apenas unos minutos frente al Espanyol tras entrar al descanso y ser reemplazado poco después. Con todo, conserva una imagen positiva de aquel vestuario y del propio Bordalás.

Su etapa azulona coincidió con un contexto de presión competitiva en el que fue asimilando conceptos que ahora reconoce como determinantes. No tuvo continuidad prolongada, pero sí una experiencia que hoy interpreta como valiosa. El reencuentro llega, además, con un presente muy distinto: en el Elche ha encontrado espacios, confianza y un desarrollo que lo ha llevado a encadenar actuaciones decisivas.

Álvaro nunca ocultó que su estancia en Getafe supuso un antes y un después en su manera de entender el juego. La semana pasada, en una entrevista, subrayó ese impacto. "Fue un gran año para mí, porque aprendí mucho, creo que no me di cuenta de lo mucho que estaba aprendiendo. Lo vi después. Cuánto aprendí allí, y cuántos buenos amigos me llevo, cuántos buenos momentos. Fue un año bonito", afirmó, un testimonio que revela cómo interpreta ahora ese periodo.

Aquella convivencia diaria con Bordalás representó una escuela. Su rol fue cambiante, pero ese vaivén no le impidió absorber un método que exigía rigor, intensidad y adaptarse a partidos cerrados. Aunque no disfrutó de un protagonismo permanente, las sensaciones que arrastra tienen un tono agradecido, como si el tiempo le hubiera proporcionado una perspectiva más amplia sobre su evolución.

El contraste con el fútbol que ha encontrado en el Elche es evidente. En pocos meses ha transitado de un estilo basado en la practicidad a otro en el que las asociaciones y el ritmo combinativo tienen mayor peso. Ese cambio abrupto lo ha obligado a desarrollar facetas diferentes de su juego y a interpretar situaciones con otro registro, algo que también explicó con naturalidad.

En su análisis sobre este salto de estilos, el delantero expuso la magnitud de esa transformación. "Sí, la verdad es que sí ha sido un cambio grande. Pero eso pasa siempre. No hay un entrenador que se parezca un poco a otro, todos son diferentes. Es verdad que en este caso son muy diferentes. Pero de cada entrenador intento sacar lo máximo, y que ellos saquen lo mejor de mí", señaló, consciente de que su adaptación forma parte del proceso.

Eder Sarabia, actual técnico del Elche, podría premiar esa inercia positiva con la titularidad este viernes. El impulso de sus dos goles recientes, unido al componente emocional de enfrentarse a quienes compartieron su etapa anterior, abre la puerta a ese escenario. El delantero llega a este encuentro con la motivación acumulada de un jugador que atraviesa un momento de plenitud.

Esa combinación entre racha y reencuentro alimenta el atractivo del duelo para él. La consistencia reciente, sustentada en su tanto ante la Real Sociedad y en el gol marcado al Real Madrid, ha reforzado su figura dentro del equipo. En el último de ellos, logró sacudirse una cuenta pendiente que arrastraba desde su pasado, un detalle que suma a la energía con la que encara su vuelta al Coliseum.