Se confirma el escándalo en el Alhama: "No puedes denunciar cuando el acosador es tu jefe"

Cinco futbolistas del conjunto murciano han decidido romper su silencio para denunciar los abusos del entrenador

Se confirma el escándalo en el Alhama: "No puedes denunciar cuando el acosador es tu jefe"
Las jugadoras del Alhama celebran un gol. - Alhama El Pozo
Iván DíazIván Díaz 6 min lectura

El balompié ha vuelto a vivir uno de esos episodios tan deleznables que, por desgracia, tienen lugar de vez en cuando. Nos situamos en Murcia, concretamente, en torno al Alhama CF El Pozo. Allí ha tenido lugar un nuevo escándalo en torno al fútbol femenino. Esta vez, en Primera División. Esta vez, las propias jugadoras confirmaron haber visto barbaridades, haber sufrido vejaciones y humillaciones y haber sentido miedo hacia el entrenador, Randri García.

Esta semana, 'Mundo Deportivo' y 'El Periódico' informaron del envío de una supuesta fotografía sexual por parte del cuerpo técnico hacia la plantilla. El club salió inmediatamente a la defensa del técnico, hijo del propietario. También lo hizo la mayor parte de la plantilla. Si bien, cinco jugadoras, en declaraciones realizadas a Europa Press, han decidido denunciar la situación por la que atraviesan. Estas critican "la continuidad de insultos y críticas hacia el físico y la orientación sexual de las futbolistas".

Las cinco futbolistas decidieron mantenerse en el anonimato al repasar la situación. Primeramente, una de ellas confesó "haberse sentido durante su estancia en el equipo como en una cárcel o dictadura". Esta reconoce que "sabía perfectamente que no era normal lo que pasaba, pero que no podían denunciar cuando tu acosador es tu jefe". Si bien, admite que "lo peor de todo esto está siendo la aceptación de la decepción que siento con mi entorno. Nunca pensé que podría vivir momentos tan bochornosos de falta de empatía y dignidad".

Las palabras de esta jugadora, dejan entrever su miedo: "Cuando llegue el momento de contar testimonios seré la primera que condenará hechos que sean mentira, pero también la primera en alzar bien fuerte la voz para contar todas las barbaridades que he escuchado, sufrido y visto este año". Lo reconoció al igual que otra de las futbolistas afectadas, que afirmó "sentir miedo por desconocer las consecuencias que podría sufrir". Lo más duro para ella fue "enfrentarse a otras jugadoras como si se tratase de dos bandos. Además, el club promovió la creación de dicho comunicado por parte de las jugadoras y esto deja ver la coacción que se vive aquí". En suma, esta misma jugadora reconoce haber sufrido "insultos, vejaciones, faltas de respeto y menosprecio". También avisó de que "no es necesario que los abusos vayan en 20 direcciones. Con que haya injusticia con tan solo una persona, es motivo más que suficiente". "El daño ya está hecho y el malestar que me produce el recordar una y otra vez todo lo que he sufrido y he vivido aquí me hace tristemente sentir la necesidad de que todo termine, eso sí, con algún amigo menos, pero con la verdad por delante", expresó.

Por otro lado, otra compañera confesó que "los primeros meses de la competición fueron los peores". "No querían que las jugadoras se relacionasen, ni mucho menos que se iniciaran relaciones amorosas por algún tipo de 'trauma' del pasado", expresó la futbolista. Una futbolista que afirmó haber oído de la boca del entrenador "que aquí no habíamos venido a ligar", agrega.

Por otro lado, esta jugadora confesó haber sufrido alguna humillación: "Me dejaron en evidencia delante del grupo, aunque pensaba que lo había hecho bien. Quizás no he sufrido comentarios tan denigrantes o sucios como mis compañeras, pero sí las he visto llorar por el trato recibido", resaltó. En suma, la jugadora reclama que "su deporte debe englobar muchas más cosas que un sueldo mínimo o unas instalaciones y centrarse más en aspectos como las formas o las gestiones emocionales".Otra confesó que le "chillaron, humillaron, ridiculizaron y faltaron al respeto". "Lo tuve que sufrir en silencio y sola junto a mis compañeras. Me sentí coaccionada y condicionada a la hora de alzar la voz porque no tenía a donde dirigirme. Además, nos han separado y dividido y han creado bando ellos mismos".

Por último, la quinta y última afectada por la delicada situación consideró "complicado de explicar todo lo vivido dentro del club". "El daño y malestar que nos ha creado esta situación y, que aún recordándolo me hace sentir, no va a desaparecer, pero me parecía importante visibilizarlo para que no le pasen a más chicas", concluyó.

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