Fair Play Financiero en el fútbol: qué significa y cómo funciona

El término FPF hace alusión a un conjunto de normas de control económico de los clubes que participan en competiciones europeos para evitar deudas y el dominio de los más pudientes

Fair Play Financiero en el fútbol: qué significa y cómo funciona
El máximo organismo del fútbol europeo lleva casi tres lustros luchando por la sostenibilidad monetaria de sus integrantes. - UEFA

El Fair Play Financiero es un conjunto de normas de control económico impuestas por la UEFA a todos los clubes participantes en sus competiciones (Champions League, Europa League y Conference League) para obrar un equilibrio entre ingresos y gastos que permita una sostenibilidad monetaria de las susodichas entidades, evitando deudas que pongan en duda la supervivencia de las instituciones en años venideros, así como el dominio de los torneos por parte de equipos más pudientes.

¿Cuándo aparece el FPF y cómo funciona?

La normativa es una evolución del Juego Limpio Financiero, que contribuyó a una notable mejora de las finanzas de los clubes tras su introducción en 2010 y su puesta en funcionamiento efectiva en 2011. En 2009, las pérdidas netas de los clubes europeos de las principales divisiones ascendían a 1.600 millones de euros; en 2018, esa cifra se había transformado en un beneficio de 140 millones de euros, con los pagos pendientes prácticamente eliminados.

El mecanismo de control estipula que la diferencia entre los gastos en fichajes y los ingresos que percibe un club no puede ser superior a 100 millones de euros. Este listón se situaba anteriormente en 30 millones de euros, pero, con la actualización en el año 2022, se ha adecuado a las circunstancias actuales, con presencia en muchas latitudes de clubes-estado dominados por Fondos de Inversión y familias reales de Oriente Medio. Se podrá destinar hasta un 90% de los ingresos a pagar los salarios de sus futbolistas durante el año 2023, un 80% en 2024 y, en 2025, un 70%. Además, los equipos no podrán tener deudas tributarias, con jugadores o con otras entidades. El patrimonio neto del club debe ser positivo a 31 de diciembre de la anterior temporada o mejorar un 10% respecto al final de año.

El nuevo Reglamento de Licencias de Clubes y Sostenibilidad Financiera de la UEFA, aprobado por el Comité Ejecutivo de la UEFA en junio de 2023, representa la respuesta más reciente a los desafíos a los que se enfrenta el fútbol europeo desde la pandemia de COVID-19, que supuso pérdidas superiores a 7.000 millones de euros.

¿Quién administra el Fair Play Financiero y cuáles son sus sanciones?

El Comité de Control Financiero de Clubes de la UEFA (CFCB) es el organismo responsable de analizar si los diferentes clubes cumplen con las reglas del juego. Se trata de una entidad que estudia la situación económica de cada club, tomando como referencia los tres últimos ejercicios. Tras efectuar esta comprobación, si se incumple alguna de las medidas estipuladas, se sanciona al club infractor. Esta sanción se aplicará al año siguiente, habiendo grados según la gravedad o la reincidencia: aviso de sanción, retención de los beneficios que el club haya obtenido en las competiciones disputadas de la UEFA, multa económica, prohibición de realizar nuevos fichajes por uno/dos/tres ventanas de transferencias, limitaciones en el registro de futbolistas, reducción de puntos en la clasificación, descalificación para participar en torneos regidos por la UEFA, retirada de premios conseguidos...

¿Cómo es el FPF en las cinco grandes Ligas?

El Fair Play Financiero tiene una versión en cada una de las cinco grandes Ligas adaptada a su contexto y la idiosincrasia de cada país. En la Premier League, se mantienen los mecanismos de control económico vigentes desde 2013, al menos, una temporada más, con amenaza de graves sanciones para clubes como el Everton, el Manchester City o el Manchester United, pero con una batalla legal de éstos en pos de que se permitan inversiones mayores a través se sociedades intermedias, lo que perjudica a los clubes más modestos. Actualmente, se permiten pérdidas de hasta 105 millones de libras en un período de tres años. La nueva normativa, que iba a entrar en vigor, proponía dos cambios claves: los equipos solo podrían gastar el 85% de sus ingresos en salarios, fichajes y comisiones de agentes; y un límite de gasto en jugadores, equivalente a cinco veces los ingresos del equipo con menores premios y derechos televisivos, para topar a los grandes clubes.

En LaLiga está vigente el Límite de Coste de Plantilla Deportiva (LCPD), que no es más que el importe máximo que cada club/SAD puede consumir durante la temporada tras el mercado de verano y el de invierno, y que incluye el gasto en jugadores, primer entrenador, segundo entrenador y preparador físico del primer equipo (plantilla inscribible según el Artículo 38 de las Normas de Elaboración de Presupuestos). Este límite incluye, además, el gasto en filiales, cantera y otras secciones, entendiendo como gastos salarios fijos y variables, seguridad social, primas colectivas, gastos de adquisición (incluidas comisiones para agentes) y amortizaciones (importe de compra de los jugadores imputado anualmente en función del número de años de contrato del jugador). Cada Club o SAD propone a LaLiga su LCPD, en cumplimiento de las normas de elaboración de presupuestos de clubes, correspondiendo al Órgano de Validación de LaLiga aprobar el límite propuesto o, en su caso, rectificarlo hasta el importe que garantice la estabilidad financiera del club.

En Francia, la Ligue 1 se rige por la normativa de la LFP, que ha designado para tal fin a un organismo de control financiero conocido como DNCG (Departamento Nacional de Control de Gestión) que supervisa no ya que no haya grandes diferencias entre gastos e ingresos, sino que cada club, bien con patrimonio propio o inyección externa, pueda garantizar a 30 de junio un equilibrio financiero, castigando con el descenso administrativo a los que, como el Girondins de Burdeos, entraron en bancarrota. Las entidades deben garantizar las ventas por los valores alcanzados por las compras.

En la Bundesliga, tras aprobar en 2021 el Bundeskartellamt (algo así como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en España) que la regla 50+1 es aplicable al fútbol, se limitó la presencia de capital extranjero en las sociedades deportivas al 49%, mientras que existe un compromiso de solvencia y transparencia ante el resto de participantes en la competición. Entre los castigos por los desequilibrios financieros, la deducción de 9 puntos en la clasificación y el descenso administrativo si no hay corrección antes de final de curso.

En lo que respecta a Italia, el Consejo de Ministros aprobó en 2024 la creación de una agencia independiente de control económico-financiero sobre los clubes profesionales de fútbol (Serie A) y baloncesto que perseguirá, entre otras cosas, que no se produzcan deudas fiscales como la que privó a la hacienda transalpina de más de 100 millones de euros de las sociedades deportivas, con especial atención a los clubes que cotizan en la Bolsa (Borsa). Esta nueva herramienta viene a sustituir al Covisoc, la comisión de control de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC).